↬ʜᴇɴʀʏ ʙᴏᴡᴇʀs

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Aʟɢᴏ Dɪғᴇʀᴇɴᴛᴇ

Aʟɢᴏ Dɪғᴇʀᴇɴᴛᴇ

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Hᴇɴʀʏ Bᴏᴡᴇʀs

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Enamorarse era algo nuevo para Henry Bowers, especialmente esa sensación de tener mariposas en el estómago y el hecho de que una chica lograra ponerlo cariñoso y algo nervioso.

Desde el primer momento en el que Henry vio a la chica no pudo quitar sus ojos de encima.

Su nombre era Yamila Parker. Ella era una chica del campo, una amante de los caballos. Alguien totalmente dulce, cariñosa y amigable. Totalmente diferente a Bowers.
Fue algo así como, "amor a primera vista", aunque al principio el chico se negaba a tener ese sentimiento en su pecho.

Con el pasar de los meses, ambos se volvieron amigos. Pero es obvio que el muchacho queria ser algo más que amigos.
Y eso había cambiado algo a Henry.
Ya no molestaba tanto a los niños y era cariñoso, o almenos, solo cuando estaba con ella.
Cada vez que la gente los veía juntos, muchos miraban con lástima a la chica murmurando un "pobre chica", "porque estará con el" o "va a terminar muy mal", pero eso es lo que menos les importaba.

(...)

El día estaba soleado y una brisa corría por todo el lugar haciendo que la muchacha sostuviera su típico sombrero vaquero que siempre usaba.
No había nadie en casa a excepción de ella. Sus padres realizaron un viaje de trabajo, al igual que su hermano, lo que significaba, estar sola por algunos días y encargarse de los caballos, lo que a decir verdad, a ella le encantaba.

Desde pequeña, la joven castaña tuvo un amor y talento especial con los caballos. Ella los consideraba animales nobles, leales, curiosos y con una belleza extraordinaria. Eran perfectos compañeros cuando el mundo estaba en su contra.

Ella siempre quiso un caballo propio. A pesar de que tenían varios en el establo, ella quería uno propio, y en su cumpleaños número diez su sueño se hizo realidad. Sus padres le habían regalado un caballo con un hermoso pelaje de color blanco y negro, el cual llamó Zeus por su gran tamaño y su velocidad al correr.

Desde ese momento, pasaba cada tiempo libre con el animal. Y ahora que las clases habian terminado, cuando no estaba con sus amigos los perdedores o con Henry, estaba con Zeus.

El sonido de pisadas acercándose causó que Yamila volteara encontrándose con un Henry sonriente. Al verlo ahí, acercandoce con su camisa roja sin mangas, sus jeans rasgados y sus botas, no pudo evitar que una sonrisa se asomara por sus labios.

-¿Qué haces aquí?

-Vine a ver a una amiga- respondió con sus manos en los bolsillos-

Iᴛ ⇨Oɴᴇ SʜᴏᴛsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora