Capítulo VII: Egoísmo

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Sugiero escuchar la canción "Sinmigo" de José Madero, antes de leer este capítulo. (Esta en el encabezado) desde ahora en adelante publicaré una canción con cada capítulo para dar más emoción. 

Capítulo VII

Lo peor que podemos hacer, es ponernos en segundo lugar.

—Blog de una Chica Traviesa

Luego de mi cita de estudio con A.J pase mi mañana y parte de la tarde entre mis clases algunas como "Administración de la Ley" y "Aplicación de las Leyes en la América Rural" parecieron desafiantes lo suficiente para hacerme ir a la biblioteca por segunda vez en el día a buscar algunos textos de apoyo.

Sin darme cuenta ya era la hora de ir a trabajar, fui a tomar mi celular y luego me detuve, durante la mayor parte del día había recibido llamadas y mensajes de Kayred y mi madre ni siquiera había entrado de WhatsApp para evitar que me vieran en línea, realmente no quería saber cómo le había ido a Kayred con su petición de matrimonio a Eloise, había estado pensando en ello y realmente confirme que yo era un completo idiota, llevaba años diciéndome que ya no sentía nada por Eloise, pero su relación con mi hermano aún era capaz de hacerme daño.

Sabía que debía hacerme un espacio para ser feliz, quizás buscar una novia oficial y organizar mejor ese aspecto de mi vida, pero realmente nunca había conocido una chica que se pareciera a Eloise en nada. La mayoría de las chicas ahora se mostraban liberales, escandalosas, sexualmente activas y desvergonzadas —eran como A.J— no es que estuviera mal, seria malditamente machista de mi parte buscar una chica virginal y tranquila, cuando yo no era ninguna de las dos cosas.

El problema era que me había enamorado por primera vez de una chica que representaba un opuesto al estereotipo de chica actual y realmente era difícil salir de eso, por esa razón me citaba con chicas que parecían dulces y tranquilas, pero al final ninguna llenaba mis expectativas para una segunda llamada. Era frustrante.

Mi celular comenzó a sonar y lo mire exasperado, pensando que podía ser de nuevo Kayred o mi madre, pero me sorprendió el nombre que apareció.

Avery.

La última vez le había dejado claro a Avery que nuestra relación no funcionaba, a pesar de que lo habíamos intentado por un año quizás. Desde entonces no había vuelto a hablar con ella más que algunos mensajes sosos en Facebook.

— ¿Hola? —dije aun sin salir de la sorpresa.

— ¿Jay? —Su voz sonó dudosa— ¿cómo estás?

—Bien, Ave ¿y tú?

Estaba a pocas cuadras de llegar a mi trabajo así que me detuve un momento para escucharla con tranquilidad.

—Bien —un silencio— yo —pude imaginarla morder su boca como normalmente lo hacía cuando estaba nerviosa— llamaba para avisarte que en unos días estaré en la ciudad.

—Oh... —no pude decir mucho realmente.

—No es para nada raro, te lo aseguro —soltó una risa— simplemente pensé que quizás podríamos juntarnos a beber un café o comer unas hamburguesas y hablar como siempre.

—En ese caso —lo pensé un momento— creo que estaría bien.

—Vale, te llamaré en unos días.

—Okey, cuídate.

—Adiós.

Colgó.

Mire la pantalla de mi celular confundido, era extraño hablar con ella después de tanto tiempo. Avery quien había sido nuestra amiga de la infancia maltratada por un padre abusivo, la chica quien desde que era adolescente había sido tan inmadura y egoísta como para jugar con los sentimientos míos y de mi hermano, haciendo daño a Eloise en el proceso. Quien decía que estaba enamorada de mí y quien parecía estar arrepentida por lo que hizo antes.

~ Perfecta TravesuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora