- 🎶 ¡Si te mueres por mi yo también lo haré por tiiiiii!🎶- eran las cinco de la mañana y la voz de Patty cantando en la ducha retumbaba por toda la casa y no era una voz tan melodiosa que digamos.
- ¡Patty! ¡Ya cierra la boca!- gritaba una Sally recién levantada y empijamada golpeando la puerta del baño, la pelimiel no necesitó de su despertador ya que prácticamente la voz chillona de Patty había hecho aquel trabajo- ¡Patty! ¡Los coyotes volvieron al patio gracias a ti!
Después de una hora de estar gritando a Patty, ella salió y las dos se arreglaron para ir a la escuela, su padre las llevó como había hecho durante estas tres semanas.
- Adiós mis niñas- les dijo su padre.
- Adiós papá- le dijeron las hermanas Simcox.
Patty se adelantó para encontrarse con sus amigas dejando a Sally atrás, en la entrada estaban los T-Birds , observando a todas las chicas que entraban al instituto y esperando a que la campana sonara, Patty pasó frente a ellos y luego Sally causando que todos las siguieran con la mirada,mientras que Patty estaba rodeada de gente , Sally caminaba sola abrazando sus libros, por una parte éstos se sentían felices porque por suerte ella no había salido igual a su hermana. Por otro lado Kenickie ,quien desde aquella noche en la fogata no había podido sacarse la risa de la pelimiel de su mente , poco a poco comenzó a desarrollar curiosidad por saber cómo era ella y no había dejado de observarla en éstas tres semanas; la veía salir del aula de clases con prisa muchas veces, había demostrado que a pesar de verse rebelde y desinteresada, era una excelente estudiante casi a la par de Patty, la veía entrar y salir del gimnasio vestida de porrista pero con su distintivo cabello desordenado y además, hubo una vez en el que él se coló a escondidas en una de las prácticas de porristas y veía como Sally alzaba sus pompones y hacía piruetas, Kenickie no quería aceptarlo pero Sally ponía su pequeño mundo patas arriba.
El castaño estaba caminando por uno de los pasillos que daba al gimnasio cuando de pronto vió a Sally salir precipitada de aquel lugar, Kenickie se escondió rápidamente entre los espacios de los casilleros para no ser visto, asomó su cabeza para ver cómo la pelimiel miraba de un lado a otro como si no quisieran que la vieran, Kenickie también se percató de que ella llevaba una bolsa de cartón escondida.
- ¡Sally! ¡Sally!- se escuchó a Patty desde el gimnasio, cosa que alertó a la mencionada y salió corriendo de allí y se metió al salón de química.
Kenickie salió de su escondite e indeciso decidió ir a dónde Sally había entrado, giró suavemente el pomo de puerta para no hacer ruido y lentamente entró viendo como la porrista estaba parada de espaldas, sacando algo de aquella bolsa que ella había escondido, en ése momento al castaño se le ocurrió hacer algo perverso, se fue acercando lentamente hacia la chica en puntillas hasta quedar a centímetros de ella.
- ¡Atrapada!- gritó Kenickie mientras tomaba por hombros a la chica, causando que esta saltara del susto.
- ¡¿Qué demonios?!- dijo Sally apartándose de Kenickie poniendo una mano en su pecho, mientras que el mencionado sólo reía- ¿Quién eres? ¿Qué quieres?- preguntó amenazante.
- Tranquila porrista zombie, sólo quería asustarte y debo decir que fue más fácil de lo que pensé- respondió Kenickie tratando de calmar su risa y con las manos en alto.
- Oye, yo te reconozco- dijo Sally señalándolo y entrecerrando sus ojos.
- ¿Ah si?
- Si, eres el chico de la fogata, el que tiene un pedazo de chatarra como auto- Kenickie dejó de reír de golpe y ahora Sally era la que comenzaba a hacerlo- Dime ¿Cuánto te costó el auto? ¿Cinco dólares?- siguió riéndose.
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𝚂𝚊𝚕𝚕𝚢 - 𝙺𝚎𝚗𝚒𝚌𝚔𝚒𝚎
Fanfiction¿Qué pasaría si Patty Simcox tuviera una hermana? ¿Si esa hermana fuera diferente a ella? ¿Y si esa hermana fuera la que cautivara el corazón indomable de uno de los chicos más codiciados del instituto Rydell? Sally Simcox la media hermana de Patty...
