Graffiti

30 5 0
                                    

Caminaba tranquilamente por los pasillos de la institución, sus manos se encontraban dentro de los bolsillos de sus pantalones. Su paso era tan tranquilo, que muchos pensarían que era demasiado temprano, pero la situación era al revés: llegaba tan tarde, que si tocaba la puerta de su clase, se negarían a dejarlo entrar, por lo que no estaba apurado para llegar a su destino.

Miró su reloj y simplemente decidió esconderse en los baños para que nadie lo encontraba deambulando por los pasillos, probablemente lo mandarían a dirección y él no quería eso, aún así no dudaba que el profesor chequeara la lista de asistencias y se percatara de su ausencia, para terminar notificando su falta al director, vicedirector o preceptor. Realmente no le importaba mucho, no es como si no se metiera en problemas. Era un chico invisible para los estudiantes, pero no para los directivos; estos lo odiaban. Siempre llegaba tarde y no hacía mucho la tarea, pero aún así era de los mejores alumnos.

Se metió en un cubículo un poco estrecho y ahí se preguntaba: ¿realmente entraban personas ahí? Miró su reloj y faltaban diez minutos para el toque de timbre. Suspiró aburrido y se puso a mirar las cuatro paredes: la pintura estaba desgastada, como si la hubiesen pintado hacía años y no lo habían hecho de nuevo; había manchas que no quería saber de qué eran, pues estas eran marrones; y por último, había cientos de garabatos, uno diciendo "puto (nombre)", una "S" rara, pequeños graffitis bastante lindos y por último, estaba escrito algo y un número: "Si quieres divertirte, aquí hay una puta asquerosa ;) [inserte número]".

JungKook, debido a que faltaban siete minutos para el toque, simplemente sacó su teléfono y comenzó a marcar el número escrito allí. Dudaba un poco que sea una prostituta, más bien pensaba que era una pobre persona que le escribieron el nombre por una simple "broma". Una vez que empezó a llamar, llevó su teléfono a la oreja y esperó que atendieran. Lamentablemente lo mandó al buzón de voz. Cuando cortó, tocó el timbre de receso, pero quiso volver a intentar llamar.

Después de dos pitidos atendieron.

—¿Hola? ¿Quién habla?— preguntó alguien detrás de la línea, tenía una voz profunda y grave, pero al mismo tiempo hablaba tímidamente.

—Hola, ehm... ¿eres prostituta?— preguntó.

—¿Disculpa? Soy... soy un chico. ¿De dónde sacaste que era una prostituta?— preguntó el chico.

—Ahm, tu número estaba escrito en un cubículo de baño de mi colegio.— explicó.

—¿Qué d-decía?— JungKook oyó tragar.

—Dice "si quieres divertirte, aquí una puta asquerosa" y escribieron tu número.— respondió.

—Mierda, son unos estúpidos.— susurró el extraño. —¿p-podrías borrarlo? Es decir... no quiero que nadie más llame...

—Oh, claro. ¿Puedo preguntarte algo?— dijo JungKook.

—S-sí, puedes...— permitió.

—¿Cómo te llamas?

—¿Y-yo?— dijo un tanto sorprendido. —soy Kim TaeHyung.— murmuró, pero aún así JungKook había logrado escucharlo.

—Oh, yo soy Jeon JungKook.— se presentó.

—Ahm... mucho gusto. O-oye, gracias por avisarme. Es decir, muchos llamaban para mis supuestos servicios.— rió suavemente.

—No es nada, de hecho, ya suponía que podía haber sido una broma.

—¿B-broma? Esos imbéciles no andan con bromas...— susurró de vuelta, pero aún así JungKook podía escucharlo.

—¿Quienes son "esos imbéciles"? Claro, si puedo preguntar.— dijo nervioso por haber preguntando.

♡ KookV For Your Life ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora