Capítulo I

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El camino de ida hacia U.A solía estar plagado, o de total tranquilidad o de total caos. Normalmente los chicos eran acosados por reporteros o personas aficionadas que los habían visto durante el festival deportivo, sobretodo en el tren.

Pero para Midoriya la situacion estaba sorprendentemente tranquila durante la semana que estaba cursando. Le daba tiempo para ponerse al día sobre los héroes profesionales sin que lo molestaran.

— Increíble... Han pasado por muchas cosas aún después del incidente en U.S.J —. Susurró para sí mismo deslizando el dedo por la pantalla de su teléfono. — Incluso M.T Lady

No eran noticias del otro mundo, pues no habían tenido encuentros con la liga de villanos ni eran problemas que no pudieran resolver, pero todo aquello le motivaba con sus metas personales, por lo que no evitó esbozar una pequeña sonrisa.

— No puedes decir esas cosas, es un lugar público —. Escuchó en tono bajo una voz a unos metros de él, seguido por una carcajada siendo silenciada a duras penas. — P... Por eso no alcanzaste beca ha, ha —. Soltó una risilla más leve sin necesidad de esconderla.

Despegó la mirada para centrarla en el dueño de aquella voz, le pareció más interesante en ese momento, pues nunca la había escuchado a pesar de que tomaba aquel transporte todos los días.

— ¿¡Ah!? ¡Tú eres la que está diciendo que me vería sexy con falda! —. Ahora era una voz más gruesa y ofendida la que sonaba, le recordaba a cuando Bakugou se indignaba por cualquier cosa y comenzaba a gritar.

— ¡Cállate! ¡Molestas a la gente, pedazo de animal! —. De nuevo una voz diferente se escuchó, aunque era más suave e intentaba no sonar tan fuerte.

Después de unos segundos de seguir buscando con la mirada encontró a un grupo de chicos levantados cerca de una de las puertas. Todos tenían uniformes de color negro y eran cerca de unos 5. Tres chicos y dos chicas, una de ellas era la única a la que no podía verle la cara, pues estaba de espaldas a él.

Sabía que se trataba de la primera voz que había escuchado, pues mientras los demás se decían cosas y echaban la culpa entre ellos, ella se dedicaba a reírse en voz baja.

Por un momento creyó que se trataba de estudiantes de Shiketsu, pero los detalles de su ropa no coincidían.

Su parada no tardó en llegar, por lo que guardó su celular y esperó a que abrieran la puerta, notó que aquellos chicos también bajaban ahí.
Cuando estuvo fuera del transporte los miró por última vez, se iban al lado contrario al que él debía ir, aún continuaban burlándose unos de otros. Ya tendría tiempo para divagar después, si seguía perdiendo el tiempo llegaría tarde.

No tardó mucho tiempo en llegar a la entrada, asombrosamente ahí tampoco se encontraban los periodistas, probablemente porque la última vez que intentaron entrar les bloquearon la puerta por completo. Soltó un suspiro de alivio y continuó caminando.

— ¡Midoriya!

— ¡Deku!

Se detuvo de nuevo al escuchar unas voces provenientes de enfrente de él, no había notado que sus dos amigos estaban esperándolo. Sonrió y se apresuró a llegar con ellos.

— ¡Iida, Uraraka! —. Exclamó.

— Creí que llegarías más tarde —. Dijo el delegado, con una expresión seria. Midoriya lo miró curioso por unos segundos mientras él acomodaba sus lentes y tomaba una gran bocanada de aire. — ¡Debes de llegar al menos quince minutos antes de que suene el timbre para tener tiempo de llegar a tu salón y acomodarte en tu asiento! —. Le gritó a modo de regaño moviendo las manos de manera eufórica. — ¡No vuelvas a llegar tarde!

— L... Lo siento Iida —. Se disculpó con nerviosismo.

— ¡Sobretodo si al llegar a tu lugar encuentras a alguien más sentado ahí, o si al entrar al aula es un desastre! ¡Tú no sabes lo que hacen esos animales cuando uno se va...! Es decir, compañeros —. Carraspeó la garganta, corrigiendose. — Podrían estar haciendo una guerra de bancos y tomar el tuyo

— Ya, ya. Está bien, no es para tanto —. Le tranquilizó la castaña. El peliazul suspiró y agradeció silenciosamente a su amiga.— De cualquier manera hay que entrar de una vez —. Sonrió y ambos la siguieron al interior.

Al comenzar las clases nada fue fuera de lugar, era un día tranquilo, lo único extraño era que el rubio cenizo casi no había hecho un alboroto, sólo le decía maldiciones al resto cuando le pedían un lápiz o algo.

— ¡Midoriya! —. Escuchó una voz energética venir de un costado unos segundos después de que Aizawa salió del lugar. Al prestarle atención desviando la mirada de sus notas se dio cuenta de que se trataba de la pelirrosa. — ¡Mira esto! —. Se sentó en un banco que había a lado y estaba desocupado, pues la mayoría habían aprovechado para levantarse y hablar con sus amigos, como en este caso la chica de ojos negros. Le mostró la pantalla de su celular, donde mostraban noticias recientes.

Al leer un poco sobre el nuevo artículo publicado hace literalmente unos minutos, se dio cuenta de que se trataba de algo interesante, pero no estaba al tanto de ello, por lo que miró con curiosidad a la chica.

— ¿No los conoces? —. Negó ante su pregunta. — Oh.. ¡Bueno, te contaré! ¿Ves este nombre que está aquí? —. Señaló al título de la noticia, donde se mencionaba un nombre que no había escuchado nunca, parecía que se refería a un grupo de personas, por un momento creyó que se trataba de villanos. — El escuadrón de "Heroic Support"  se trata de un grupo de personas que tienen Quirks que normalmente no ayudan en combate, pero que están lo suficientemente capacitadas como para manejar armas pesadas —. Sonrió con emoción. — Como su nombre lo indica, se dedican a apoyar a los héroes en sus misiones cuando se encuentran en problemas, en especial si no son muy fuertes

— ¿Un grupo de apoyo? —. Se preguntó por qué nunca lo había escuchado, si siempre estaba al pendiente por los héroes.

— Sí —. Se recargó en la paleta de la banca. — No te preocupes, no son muy reconocidos ya que los héroes profesionales suelen encargarse del problema, por eso no los llaman —. Le mostró otra página que hablaba sobre la misma noticia.— ¡Pero hace tan sólo unas horas aparecieron para ayudar a la heroína M.T Lady! Por lo que la prensa ya está haciendo de las suyas —. Abrazó su teléfono como si su vida dependiera de ello. — ¡Sé de ellos desde hace mucho tiempo! Me alegra que por fin les estén dando el reconocimiento que merecen

Ashido quería contarle todo lo que sabía sobre ellos al peliverde, lastimosamente Aizawa volvió y tuvieron que continuar con sus clases normales. No sin antes ser la pelirrosa echada del lugar que ocupaba a lado del brócoli.

Heroic Support [Izuku Midoriya x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora