Capítulo IV

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De nueva cuenta se encontraba en el tren, no lo había tomado desde que se mudó a los dormitorios, pues no había necesidad, pero una semana después, exactamente en fin de semana había decidido pedir permiso para ir a ver a su madre.

Ya habían pasado 15 días desde la última vez que vio a la chica personalmente, por lo que estaba algo extrañado, lo único de lo que estaba al tanto era de que, gracias a que salió en las noticias junto con All Might, estaba comenzando a ver un poco más de información sobre su grupo y algunas fotos de ellos también. Pero no era nada realmente increíble, al menos no para la mayoría de la gente, pues era información sobre las peleas que habían tenido anteriormente.

Esa era información muy valiosa para Midoriya, pues ya estaba comenzando a agregarlos a sus "Manuales de héroe".

— ¿Segura que no lo dejaste en tu bolsillo? —. Escuchó la voz de los nuevos pasajeros que se estaban subiendo.

— Ya revisé, incluso volví a donde fue la pelea con All Might, pero no había nada —. Como estaba sentado en el primer lugar a un lado de la puerta, notó como todos ellos pasaron cerca de él, pero se detenían ahí.

— ¿Es tan importante? —. Preguntó el pelinegro, recibiendo un golpe en la cabeza por parte de la rubia.

— Imbécil, claro que lo es —. Le regañó.

— Qué... Raro —. Habló el castaño, le pareció curioso ya que nunca lo había escuchado hablar. — Normalmente estamos juntos, así que lo hubiéramos visto, pero si ni siquiera estaba en las habitaciones dudo que lo encontremos ahora

— ¿Quieres decir que lo robaron? —. Le siguió el de cabello rosa.

— O pudo haberse caído por una alcantarilla... —. La peli-morada colocó una mano bajo su mentón y otra en su cadera. — Ah~ qué voy a hacer ahora —. Se escuchaba un poco desanimada, pero no como se esperaría.

— Es sólo un broche, relájate —. Y la rubia volvió a golpearlo.— ¡Ah!

Ahí es cuando entendió que el broche de pájaro que había encontrado hace poco más de dos semanas realmente era de ella. Metió la mano en uno de los bolsillos de la mochila que llevaba consigo y miró el broche aún sin sacarlo.

— ¡Oh por dios! ¿No es esa la chica que estaba con All Might?

Comenzó a escuchar bullicio.

— ¡Sí es ella!

— ¿Viste como manejaba esa arma gigantesca? Debe ser imposible para un cuerpo tan pequeño

— ¡Pidamosle un autógrafo!

Un montón de gente comenzó a reunirse alrededor del grupo de adolescentes y a preguntarles cosas, principalmente a la de moño rojo.

— Aah~ así que finalmente se han enterado de nuestra existencia —. Dijo ella a modo de jugueteo. — Siempre hemos vivido entre ustedes, escondidos, pero cuidandonos y cuidandolos en secreto —. Sonrió.

— ¡Son increíbles! ¿Cómo pueden pelear con armas tan pesadas?

Siguieron las preguntas y algunas cuantas fotos hasta que el tren llegó a la parada de Midoriya. Notó que ellos no bajaban ahí así que antes de que parara por completo se hizo un hueco entre las personas y llegó a un lado de la chica, —que no costó mucho, pues ya estaba a lado, sólo que le estorbaba la gente—.

— Haha~ lo siento, no puedo dar autógrafos, no soy una celebridad —. Se dio cuenta de la presencia del chico y creyó que bajaría, así que se hizo a un lado, pero Midoriya la tomó de la mano en un ataque de nerviosismo por saber que debía bajarse pronto. — ¿Eh? —. Lo miró confundida, la gente dejó de cuchichear y prestaron atención.

— Creo que esto es tuyo —. Sacó el broche y se lo colocó con la otra mano. Parecía no darse cuenta de que estaba tocando muy amigablemente a una desconocida.

— ¿Eh? —. Miró hacia su palma y se quedó estática. — ¿Mi... Mi broche? Pero dónde...

— Lo siento —. Dijo él dejando de tocarla. — Lo encontré en la estación hace dos semanas, pero no sabía de quién era —. Tomó aire y comenzaron a envolverle los nervios. — P... Perdón por... Eso, yo no —. Dijo haciendo énfasis en el toque.

Ella por su parte le sonrió de manera cálida y lo tomó de las manos nuevamente, asegurándose de no tirar el broche en el proceso.

— Muchas gracias, creí que lo había perdido —. Miró al costado en cuanto el Flash de una cámara apuntó hacia ellos. Pero parecía no ser la gran cosa. Los murmullos comenzaron otra vez. — Creo que ya debes bajar —. Dijo al ver que las puertas comenzaban a abrirse.

— Ah... ¡A-Ah sí! C... Claro... —. Ella lo soltó y el bajó rápidamente, aunque antes de que el tren volviera a andar ella lo miró.

— Oye, ¿Cómo te llamas? —. Colocó las manos detrás de su espalda y lo miró de lado.

— Ah... M... Midoriya Izuku —. Respondió sosteniendo las correas de su mochila.

— Un gusto, M-Midoriya Izuku —. Dijo ella repitiendo su tartamudeo, aunque sonrió después.

Las puertas se cerraron antes de que le respondiera o le preguntara por su nombre también, así que se quedó mirando a través del cristal a la chica, la cual se despidió de él con la mano.

Imitó el gesto levemente y el tren comenzó a andar de nuevo, dejándolo mirando cómo se perdía a lo lejos.
Suspiró casi sin darse cuenta y se dio la vuelta para volver a casa.

Unos minutos más tarde, ya estando a una cuadra de su casa, sintió que su teléfono comenzó a vibrar en su bolsillo. Lo sacó y notó que Momo lo estaba llamando.

— ¿Eh? ¿Yaoyorozu? —. Descolgó y lo acercó a su oreja. — ¿Hola?

¡Midoriya! —. Escuchó una voz, pero definitivamente no era la de ella. — ¿Cómo es posible que hayas tenido contacto con la chica que nos dijiste y no nos lo hayas contado? —. Era Mina. — ¡Los vieron en el tren y les sacaron fotos!

— ¿¡Eh!? —. Se exaltó y detuvo su andar. — P... Pe... ¡Pero!

¡Nada de peros! ¡Cuando vuelvas quiero que nos cuentes todo lo que pasó! —. Y la llamada se cortó.

Lo meditó por unos minutos, se alegró de que al menos los reporteros no hayan sido los que sacaron las fotos, ya que inventan cosas de todo lo que sucede. Pero no sabía qué esperar de esas personas, los nervios le hacían pensar en cualquier escenario posible.

— Espero que no piensen mal... —. Antes de ponerse a murmurar como de costumbre, volvió a caminar y no tardó mucho en llegar a casa.

Ya vería esa página mas tarde.

Heroic Support [Izuku Midoriya x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora