•Titans; One Shots.• [Editando]

•Jason Todd; Twit.•

La caída a la muerte segura estaba Jason Tood después de la pelea con Deathstroke, apunto de caer la mano del viejo Robin lo tomo con fuerza gritando el que no se soltase para así no dar el paso a la muerte más dolorosa.

—¿¡Que Jason que!?—gritó Crystal alarmada.—¿me fui por casi nada y ahora este idiota esta secuestrado?—Jason a pesar de ser un dolor en el culo era y será su mayor tesoro.

—Tranquila Crys, Jason estará bien, los titanes fueron a por el.—dijo Rachel pasando una mano por los hombros de la pelirroja.

—Estamos hablando de Deathstroke, ese imbecil a matado a muchas personas.—gruñó Crystal.—Y ¿quien es ella?—señaló a peliblanca que estaba en la camilla.

—Soy hija de ese que llamas imbecil, ofrecieron un cambio por Jason pero aquí estoy y bueno quizá muera.—rio Rose, tan simpática como siempre.

—Si eso pasa me encargaré de matarte con mis propias manos anciana.—gruñó Crystal hacia Rose causándole gracia.

—Y ¿Que tienes tú de especial?—pregunto con el típico tono de superioridad Rose.

—Cuento con tantas cosas que si yo quisiera te mataría de todas las formas posibles, perra malcriada.—se cruzó de brazos mirando a otra dirección.

—¡Chicas cálmense!—dijo Gar asustado por la tensión de ambas que podría con llevar a una fuerte pelea.

No pasó ni un momento en el que la torre se volvió un caos desde que llegaran los titanes con Jason y una nueva cara un tanto peculiar junto a un can que se robó el corazón de todos al verlo sin embargo la fuerte atención de Crystal estaba en Jason quien estaba con fuertes hematomas y heridas; su andar era chueco y al parecer nadie le importaba tanto como el chico que se encontraba lastimado por dos balas en su pecho.

—Maldicion.—murmuraba Jason mientras caminaba a su habitación donde fue seguido por Crystal que tomo su brazo para ayudarlo.—¿Siempre estás ahí para mi no es así roja?

—Siempre, Jay.—sonrió ayudándolo a sentarse en su cama.

—¡Maldicion!— gruñó por el dolor de la herida en su pierna.—Por eso y más eres mi chica.—sonrió egocéntricamente tomando la cintura de la pelirroja para sentarla en su pierna sana.

—Vamos Jay, ni tienes los suficientes cojones para pedírmelo oficialmente.—rio empezando a curar sus heridas, utilizando sus poderes y unos cuantos algodones con alcohol.

Intentaba no lastimarlo pero era en vano, Jason podía soportar dolores después de todo lo que lo hizo Deathstroke no era nada comprado con lo que le había pasado antes.
Tomo su rostro mirando aquellos ojos verdes que tanto amaba del joven robin y retiró su antifaz, odiaba verlo con el pero debía admitir que se veía jodidamente bien con el traje.

—Maldito idiota, yo misma lo mataré si te vuelve a...—fue silenciada con un golpe de la bota del pelinegro en su pie. Sabía que eso le molestaba aparte de su ego; no dejaría que nadie la tocara, menos Deathstroke.

—Tu nunca te enfrentarás a ese lunático.—gruñó Jason acariciando la cabellera de su acompañante admirando cómo está observaba su traje con detenimiento.

—Tonto.—dijo dándole un leve golpe en la cabeza.

—Si tuviera una moneda por cada vez que me dices así...—la estrujo en sus brazos.—tendría un arsenal de armas.

—Tonto.—rio de nuevo besando la mejilla del vigilante.

—Se mía, ¿quieres? —sonrió Jason sin pena alguna, era cierto lo que decía.—¿Porque el hacerlo oficial? Ya lo eres, desde que te vi.

—¿Patearas a quien intente algo conmigo?

—Patear traseros es mi oficio, preciosa.

—Tonto.

Ambos eran tan parecidos y no solo en el humor de mierda que le brindaban a los demás día a día como aquella oveja negra destinada a estar en el grupo; sabían que aquel mal humor se iba en cuanto ambos estaban juntos y aún así podían afirmar que nadie podría separarlos. Y únicamente eso le bastó para dar ese fuerte paso, al cuenta que no podía perder un momento más para preguntarle lo que era más que obvio para ambos y toda la torre.

—Si la lastimas seré el segundo en golpearte porque ella será la primera.—musitó Dick sirviendo cereal.

—Soy vegetariano pero masticar tu cuello si le haces algo será divertido.—sonrió Gar mostrando sus colmillos.

—Ni dire que hare, que sea sorpresa.—dijo Kory mirando a la pequeña Crystal acariciando al perro.

—Me mataras, entendido, hay una fila larga no olvides tomar boleto!

—Tonto.—repitieron todos al mismo tiempo causando una sonrisa de ternura y orgullo por parte de Crystal haciendo derretir el corazón de Jason.