•Titans; One Shots.• [Editando]

•Garfield Logan; Love me like you•

Habían días en los que se sentía tan agobiada como era el día de hoy; chicos le sobraban a la sonriente castaña de ojos hazel pero esta solo tenía ojos para un chico, un chico que derramaba su amor con solo imaginarla sonreírle y que al tenerla cerca le causaba más que nervios y torpeza.

—El dijo que tenía un gran auto, eso es grandioso.—musitó Jason sentado al lado de ella, era uno de sus más grandes amigos pero no poseía buenos consejos.—Seguro a de estar forrado de dinero, yo digo que es conveniente.

Los ojos curiosos de Garfield seguían cada facción de la castaña, escuchar lo que dijo Jason lo hacía sentir poca cosa a comparación de los chicos que anhelaban salir con ella.

—No lo creo Jay, el dinero no comprara mi amor.—aquellas palabras que dijo la más baja hizo sentir a Garfield esperanzado, ella no prefería el dinero.—Tratan de enamorarme pero ellos no tienen lo que yo quiero.

Sus miradas se conectaron haciendo temblar cada parte de Garfield, sintiendo nervios y cada cosa que se cruzaba en su camino le impedía huir con cautela causando gracia en Jason logrando que las mejillas de Garfield tornen un color carmesí tan notario al verla sonreír hacia el.

—Mierda.—corrió a su habitación exaltado cayendo a su cama estirando sus cabellos verdes nervioso.—Metí la pata ahora creerá que la acoso, ¡agh!

[...]

Y ahí de nuevo se encontraba Sarah mirando al chico rubio frente a ella quien no paraba de tratar de captar su atención. Aquí la pregunta ¿Porque trataba de salir con alguien que no fuera Garfield Logan? ¿Si ella podía acercarse a él sin problema? Rachel era su obstáculo pues veía la química en ambos y no pensaba romperla, ver feliz a su amiga era su objetivo ahora y salir con otros chicos quizá haría que lo olvidara.

—¿Sarah?—pregunto el rubio tratando de capataz su atención quien miraba el aquella cabellera verde de lejos del parque donde ahora estaba.

—Tengo que irme.—mencionó sin más levantándose de su acento para huir tras el peliverde.

Corría lo más rápido que sus pies le permitían siguiendo a aquel chico que la traía totalmente distraída hasta que logró tomar un extremo de la característica chaqueta del peliverde haciéndolo voltear al instante sorprendido al ver la sonrisa cansada de la castaña.

—¿Sarah?—aquella voz nerviosa la hizo levantar la vista en busca de aire.

—Ellos no tienen idea.—mencionó tratando de recobrar el aliento.

—¿A que...?

—Ellos intentan enamorarme...—pauso mirando los ojos del chico frente a ella dando un paso.—Pero tú tienes ese toque y eso es lo que quiero.

—Sarah, no soy un buen tipo para ti y yo.—miro apenado sus bolsillos.—No cuento con el dinero que ellos si para hacerte feliz.

—El puede tener el auto más grande y demasiado dinero pero créeme que eso no me vuelve loca, el dinero no compra mi amor, Gar.—rio la castaña dando otro paso.—Es contigo con quien he soñado.

—Cielos...—Garfield sentía sus piernas temblar y su rostro calentarse; sin duda un color rojizo lo adornaba.—Real... Realmente me gustas, soy un cobarde pero realmente me pongo tan nervioso frente a ti.—murmuro entre tartamudeos tratando de evitar el rostro de la castaña.

—No necesito otros números cuando tengo a mi número uno.—sonrió la castaña mirando como Garfield parpadeaba rápidamente sonriendo emocionado intentando cubrir su cara.—Pero...

Al escuchar ese "pero" lo hizo voltearla a ver totalmente asustado, temía que algo en el le disgustase a la castaña.

—No quiero arruinar lo qué hay entre tú y Rachel.—sonrió apenada.—Por eso trate de salir con chicos pero me di cuenta que ninguno de ellos puede amarme como tú.

Esa pequeña y última frase hizo que lo antes mencionado le importara poco olvidándolo y acercándose esta vez el a ella para robarle un cálido beso que hizo sobresaltar a Sarah mirándolo perpleja.

—Rachel me a animado a hacer esto, ella está feliz de verme contigo.—sonrió nervioso el peliverde mirando la expresión de felicidad de esta.

—¡Sarah!—la voz de aquel rubio con el que conversaba sonó a la distancia haciéndola mirar a Garfield con nervios.

—Ven y sálvame, no necesito otros número cuando tengo mi número uno.—repito la oración en una sonrisa Sarah en cuanto Garfield también lo hizo mirando hacia atrás de ella.

—Que conste que soy el número uno en todo.—rio Garfield antes de acercarse a ella nuevamente plantando otro beso un tanto largo dejándole en claro al otro chico quien era el que la amaba mucho más.

"Anoche, me quedé en la cama tan triste,
porque me di cuenta de la verdad,
ellos no pueden amarme como tú.
Intenté buscar alguien nuevo,
cariño, no tienen ni idea,
no pueden amarme como tú."