•Rachel Roth; Oh my god•

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Rachel llevaba tiempo sintiendo emociones que no podía controlar; ella le mostró aquellas estrellas de las cuales jamás había visto, otro tipo de estrellas que cautivaban a Rachel, esta jamás había estado con otra mujer y ¡oh por dios! Halsey traía a Rachel totalmente hipnotizada y cautivada con cada paso, cada movimiento; sentía como su cuerpo estaba al borde del colapso, como cada caricia que le brindaba la pelinegra hacia derretir cada parte de ella, cayendo en un juego sin fin y para ser veraces; Rachel amaba estar más que atrapada en sus brazos con aquel sonido de fondo tan seductor que se hace llamar el sonido de su melodiosa voz.

—Rachel, ¿todo bien?—pregunto Garfield viendo como su amiga miraba la pantalla del videojuego totalmente perdida en sus pensamientos.

—Perdón Gar ¿que decías?—pregunto saliendo del transe, saliendo de aquel juego mental que le causaba su amada.

—Solo que te vi muy distraída ¿te sientes bien?—pregunto preocupado tocando con cuidado la frente de su amiga que parecía arder tanto como sus mejillas.—Tienes temperatura, creo que deberías descansar.

Temperatura, si quizá estaba enfermando o quizá Halsey hacía más que un gran efecto en ella cada vez que la miraba o el siempre hecho de recordarla, la hacía caer a un abismo sin fin y no iba negar ante nada que amaba sentir aquel ardor de su pecho al pensar en cada leve roce.

Trataba de conciliar el sueño pero le era imposible con aquellos ojos en su mente dándole a recordar cada acto de la dueña de aquella profunda mirada; se removía una y otra vez en la cama sintiendo el sudor en su frente infestar sus pensamientos más profundos. Quizá estaba soñando, sin duda alguna ella la llevaba al cielo sin siquiera tocarla.

—Oh por dios.—dijo exaltada levantándose de la cama tomando su cabeza entre sus manos.—¿Que me ocurre?

Aquella mirada seguía persiguiéndola y al parecer de tanto pensar en la pelinegra la puerta se abrió mostrando a una Halsey totalmente preocupada por la más baja quien sintió su cuerpo templar al ver aquellos ojos azules.

—Gar nos comento que te sentías mal ¿todo bien?—esa voz, era simplemente satisfactorio como inquietante escucharla, la hacia temblar de nervios.

—Haz que pierda mi mente, realmente me gusta.—dijo sin pensarlo causando intriga en Halsey quien entró a la habitación dudosa.

Quizá se trataba de ese demonio interno que poseía Rachel pero esta vez no fue así, estaba más que seguirá que era ella misma quien pedía a gritos tener a la pelinegra en su vida y la inundase con el cariño que tanto deseaba Rachel en su vida, su cariño.

—¿Rachel?—pregunto esta sentándose en la cama de está tocando su frente, fiebre. Se temía que estaba teniendo un golpe de calor pero no por el sol y eso podía asegurarlo Rachel sin siquiera mentir.

—¿Porque me llevas a la tentación?—pregunto esta mirándola pidiendo total compasión en aquellos ojos azulados.

—No se de que hablas Rae.—dijo confusa la pelinegra tratando de entender lo que decía.

—No puedo parar, realmente lo intento Halsey, estoy tan confundida, sin duda estoy perdiendo la cabeza.

—Tranquila, solo dime que ocurre, tratare de ayudarte.—intento calmar los nervios tomando sus manos pero esto la hizo seguir perdiendo lo poco que tenía de cordura.

El olor a flores violetas inundaba las fosas nasales de Rachel, otra nueva droga, sin duda estaba con el corazón en la garganta tratando de confesar todo el amor que sentía por Halsey y estaba por decirlo, no le importaba ahora nada, estaba enamorada y ya no podía negar aquellos sentimientos.

No podía negar que el tenerla cerca le causaba nervios como nunca pero también la hacía sentir al tope del abismo, tenía que hacerlo ahora o no habría otra oportunidad.
Sin más se lanzó a sus brazos dispuesta a besarla y Halsey no le negó aquel acto que tanto esperaba, quizá todo este tiempo se engañó así misma pensando que Garfield era el dueño de aquellas sonrisas y pensamientos que la hacían caer fuera de esta realidad pero la sorpresa y la bomba estalló al besar y sentir los labios de Rachel moverse sobre los suyos de manera desesperada y torpemente.

Jamás imagino el tenerla entre sus brazos y ahora que la tenía, no podía negar que se sentía más que competa y libre de todo pecado irónicamente puesto a que creer en ello era más que una broma para Halsey pero ahora ¿que importaba? La tenía y haría por ella todo lo que pidiese la más pequeña.

—Tenía miedo de esto pero realmente no me arrepiento, realmente estoy enamorada de ti.

—No era tan difícil admitirlo Rae, sabes que haría todo por ti.

Estaba ahora en sus brazos; hipnotizada y cautivada por aquella música seductora.

——
Otro corto pero no negaré que me gusto B)

•Titans; One Shots.• [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora