Tengo miedo...soy demasiado orgulloso para admitirlo, pero esta vez lo admito...tengo miedo.
No le tengo miedo a ella, si no a lo que siento cuando estoy cerca de ella, cuando camina a mi lado, cuando sacude su cabello con una dulce fragancia a coco y vainilla, cuando me mira fijamente y no puedo hacer nada para desvíar la mirada.Tengo miedo de que esto sea enamorarse, ya que tube experiencias así y no me fué nada bien...no quiero que suceda lo mismo, no es amor, no estoy enamorado, yo lo sé...de algún modo.
El año anterior tube la oportunidad de salir con Cristina, era la chica perfecta, la que cualquiera podría desear con tan solo verla.
Yo la amaba hace dos años, pero ella nunca me vio de esa forma, hasta aquel día.Su cabello rubio y lacio, hondeaba al viento, sus ojos avellana desprendían lagrimas sin parar.
—¿Que te sucede?
—No es importante...
Respondió ella limpiandose el rimel que se le había corrido como consecuencia del surco que habían formado las lagrimas.
—Yo creo que si...si no no estarías llorando.
Ella rió y se acomodó el cabello hacia un lado para poder atarselo.
—Mi novio me engañó...
—Tendría que ser demasiado tonto como para irse con otra chica que no te llega ni a los talones.
Hablé seguro de mi mismo, dispuesto a hacerla sentir mejor.
Rió, pero no entendí el motivo de su repentina alegría hasta que habló.—Se fué con Luka.
No pude evitar cerrar los ojos para no reir y ella sonrió un poco.
Nos reímos de la situación y luego fuímos por un helado.Al final del día la besé, ella me correspondió y supe que era la indicada al mirar sus grandes ojos avellana.
Todos los días para mi eran geniales a su lado, ibamos a la escuela, tomábamos distintas claces, saliamos a comer, y luego cada uno iba a su casa después de un tierno beso.
Pero llegó el día en que ella ya no quería ir a la escuela juntos, salir a comer todos los días y que yo fuese a su departamento.
—Isac, estoy cansada de la rutina, todos los días es repetitivo, no hay nada nuevo en mi vida, necesito un cambio.
—¿Que cambio quieres? Te doy todo lo que tu me pides, me esfuerzo a diario por mantener esta relación, dime lo que necesitas y te lo daré.
—No necesito nada de eso, quiero un día estar sin verte, salir con mis amigas y si yo quiero, dormir en otra casa.
—Yo nunca te prohibí salir con tus amigas, tampoco dormir en otra casa...sigo sin comprenderte.
—¡Tú nunca me entiendes! Me gustaba más cuando estaba con...olvídalo.
—¿Con Michele? ¿Olvidaste lo que te hizo ese idiota? ¡Yo te dí todo lo que el no te dió y más! ¿Qué le falta a tu vida, eh?
—Acción.
Después de eso cruzó la puerta y nunca más la volví a ver. Si he oído rumores, que ha vuelto con su ex novio, que se hizo lesbiana, que se fué del país y núnca más volvió...
Cristina era una chica especial, y esa vez aprendí, que a las chicas no les gusta la rutina.
Una semana después salí a una discoteca con unos amigos y allí, luego de un par de tragos se me acercó una jovende cabello corto y negro que luego descubrí que se llamaba Muriel.
Era muy linda, estaba vestida de brillantes colores los cuales destacaban en la fiesta.
Bailaba como si no hubiese un mañana sacudiendo su melenita.—Vi como me mirabas.
—¿Disculpa?
—¿Te gusto verdad?
Tenía un autoestima muy alta, y antes de que yo pudiera responderle algo me besó y yo le correspondí durante más de dos minútos.
—Tu boca sabe a alcohol.
—Estube bebiendo antes de que te me acercaras...
Se mordió el labio y caminando lentamente se perdió en la multitud.
Atravesé a toda la gente que bailaba en la pista hasta que su brillante ropa salió por la puerta trasera.La seguí hacia afuera, pero no se encontraba nadie ahí, eran las tres de la mañana y ni un alma estaba por las calles.
—¡Bú!
Se colgó de mi cuello y me dió un beso en la mejilla desde atrás.
—No me asustaste.
Rió y nos besamos detras de la discoteca hasta que luego de muchas copas nos quedamos dormidos en el suelo, fué por solo una noche, pero la amaba, era una chica que en cuestión de solo una noche, parecía que la conocía de toda la vida.
—Linda la chica con la que saliste anoche
Rió Demian, uno de mis amigos.
—Si...
Pero no duró mucho, ya que al entrar en mi instituto rapidamente me dirigí al baño para mojarme la nuca, era un día de calor y sentía que iba a morir.
En ese momento, vi por el espejo a esa chica besandose con un colega de copas, me voltee al instante.
—¿Muriel?
—¡Oh...Isac!
Se lanzó hacia mi y me besó, el otro chico se fué frustrado.
—¿Quien era el?
—Oh...no soy chica de uno solo, quiero vivir mi vida a mi manera. ¿Aún me quieres así? Entiéndeme, mi vida, mis reglas.
Y en mucho no se equivocaba, pero yo si, al aceptar estár con ella tan solo por que cuando "me tocaba a mi" tenerla conmigo, era dulce y tierna, saliamos a comer y esas cosas.
Pero llegó el día en que me harté de que en el pasillo se escuchara que "Isac salía con una zorra" y quise callar esos rumores ese mismo día.
Más ella me calló primero terminando nuestra "relación" si así podía llamarsele...
Desde ese día no me he vuelto a enamorar...hasta hoy, y tengo miedo...miedo a enamorarme.
Tres semanas después...
Por fin había juntado el valor para pedirle que fuese mi novia, y se lo pregunté con toda la dedicación... había estado horas ensayando frente al espejo lo que le diría. "Lilith, no puedo ver un futuro que no sea a tu lado, y no puedo verme con otra persona que no sea contigo, ¿Quieres ser mi novia?"
Y así lo hice, fuí por el pasillo para minútos después decirle lo que había ensayado con tanta dedicación.
La respuesta que obtube no me gustó, pero...¿Que podía decir?—Tengo miedo de enamorarme de ti Isac...
Después de todo, yo también tenía miedo de enamorarme de ella.
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Fiorenza ▶ Darkensen
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Reto 2 2020
Short StoryDespués de un largo descanso la familia Galaxia regresa con toda su fuerza para dejar este año 2️⃣0️⃣2️⃣0️⃣ fabulosas historias y reflexión para todos aquellos que tenga los ojos bien abiertos y estén dispuestos a escuchar un poco de realidad contad...