⁵⁵

45 5 2
                                    

30 de diciembre del 2019

"Esta es mi despedida papá"
Mina

A penas desperté en la mañana, sabía que tenía que ir a ver a mi padre, al menos por última vez, y decirle lo que tenía guardado hace muchos años.

Así que con esa idea en mente, me dirigí al hospital.

Al llegar a las puertas de entrada,  una parte de mi me dijo no lo hagas, no tiene sentido, pero la parte mas sensata me dijo tienes que hacerlo si quieres descansar.

Supongo que gano la parte sensata, porque empecé a caminar a recepción, donde había una señora adulta que atendía.

Me acerqué con pasos pequeños y cuando estuve frente a ella, hablé.

— Disculpe, ¿Puede decirme dónde se encuentra la habitación de Elio Sanders?

— Claro, siga ese pasillo de allí y al doblar a la derecha, entre a la primera puerta — indicó

— Muchas gracias — le di mi sonrisa más sincera, la cual ella me devolvió

Mientras más cerca estaba de la habitación de mi padre, más asustada estaba. No sé si estará despierto, pero ahora lo comprobare.

Al llegar a la puerta, toqué, esperando que alguien me respondiera, pero como no recibí respuesta, entré.

No podía creer lo que mis ojos veían. Mi padre el hombre que siempre me ha dado miedo, desde que mi abuelo murió, estaba acostado en una cama de hospital, viéndose tan vulnerable.

Tenía un tubo en la nariz para poder respirar y unos cuantos moretones en la cara, como si lo hubieran golpeado.

No dudo cuando pienso, que quizás con las personas que hacían tratos, fueron capaces de hacerle esto.

Me acerqué con un poco de temor, y siendo silenciosa, tome una silla para sentarme a su lado.

Papá, soy Mina, por fin he venido desde que supe que te habían disparado

Al notar que no respondería, seguí hablando.

— ¿Sabes? Después de que el abuelo muriera, nunca pensé que terminaríamos así. Yo en realidad, pensaba que eso nos uniría más y trataríamos de superar su muerte juntos, como una familia.

Suspire y vi que papá solo observaba hacia la ventana.

— Pero supongo que la realidad golpea fuerte, justo como lo empezaste hacer tú. Después de unos años, mis compañeros encontraban divertido que tú me trataras así. Ya sabes, a la estúpida solo le daba una lección él que una vez la protegió. Ellos empezaron a hacer lo mismo que tu papá

Hablé, tratando de retener las lágrimas.

— Pero bueno, eso ya lo sabes, y tú solo me golpeabas más por no saber defenderme — hablé irónicamente — Pero no te preocupes, después de todo lo que me hiciste, quiero decirte que te perdono

《 ¿Recuerdas cuando era pequeña, me llevabas en tu hombro mientras íbamos por un helado con mamá?

Ella siempre decía que me bajarás, porque podría caerme, pero todos sabíamos que lo hacía en broma, porque tú nunca ibas a ser capaz de hacerme daño, ¿Cierto?

Pero un día sucedió, recuerdo tu cara de susto y arrepentimiento por no haberme sujetado bien.

Pero, papá ¿Por que nunca vi esa expresión cuando me golpeabas?

Al principio pensé que en cualquier momento te arrepentirías, pero nunca lo hiciste; y si lo hiciste, nunca me lo demostraste 》

《 ¿Recuerdas el día día anterior que el abuelo diera por finalizado su lucha contra el cáncer?

Yo solo tenía 9 años cuando estaba acostada a su lado, observando como dormía, intentando guardar su rostro, que demostraba calma, pero también dolor, en mi mente.

De pronto, comenzó a toser y un poco de sangre saltó a su mano, y sin previo aviso, a vomitar.

Recuerdo que tú llegaste corriendo a la habitación, y le pusiste un balde para que pudiera botar todo lo que la tenía mal.

Luego mamá me saco de la pieza, para dejarlo descansar, al instante saliste y me abrazaste y me susurraste que todo iba a estar bien, que me protegerías, y lo creí.

Puede que ahora mismo, sea bastante estúpido acordarme de todas esas cosas buenas, con alguien que solo se ocupó de destruirlas.

Pero hay algo importante, después de todo eso que pasé, tú sigues y seguirás siendo mi padre, alguien que quise y querré mucho.

Papá, además de venir a ver como estabas, yo venía a despedirme.

Resulta que yo... yo hice una promesa, la hice a principios de noviembre, y esta consistía en que en 56 días me suicidaría.

Si vieras en que fecha estamos, te darías cuenta que han pasado 55 días, significa que hoy es mi penúltimo día aquí.

Quiero que sepas que después de tantos años, veré al abuelo.

Yo sé que ahí estaré mejor que aquí y no te preocupes, te estaremos cuidando siempre, a ti y a mamá, hasta que decidan que su hora acá en la tierra terminaron.

Te amo mucho papá

Después de darle un apretón en su mano, me levanté dispuesta a retirarme. Pero una voz me detuvo y alarmada me giré para comprobar si mis sospechas eran ciertas.

— Mina — abro mis ojos sorprendida — N-no lo... n-no lo hagas, por favor — dice con dificultad

— Adiós papá... — contesté en un susurro

Comencé a oír ruidos en la máquina que controla los pulsos, y sus gritos llamándome y suplicando que no lo hiciera, alarmada salí rápidamente mientras que enfermeros con un doctor entraban.

Me dejé caer en la pared más cercana con lágrimas en los ojos, esperando que me dieran respuestas.

Después de unos minutos tratando de controlar mi respiración y mis lágrimas, salió el famoso doctor.

— Doctor ¿El hombre de adentro está bien?

— ¿Quién es usted? — preguntó observandome

— Soy la hija de ese hombre

— En ese caso, si el esta bien, solo tuvo unas pequeñas complicaciones, pero ya lo solucionamos, no hay de que preocuparse

— Gracias — respondo aliviada

— Buen día — me desea y se retira

Ya más tranquila, doy una última mirada al lugar y voy caminando con destino al instituto.

Ya tengo varias horas de retraso, pero no le tomó importancia, total un día más, y no volveré a pisar ese lugar.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝗦𝗢𝗟𝗢 ⁵⁶ 𝗗𝗜𝗔𝗦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora