THE CRIME

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Piltover era una ciudad grande y poblada, pero si de algo podía estar segura Caitlyn es que como esa pelirrosa no había dos y soltó la taza de café con brusquedad estando a punto de derramar su contenido. Jayce, quien estaba distraído revisando que su arma estuviera en óptimas condiciones, se sobresaltó en su sitio

-Cait...- Cuestionó el hombre preocupado -... ¿estás bien? –

-Si, Jayce...- Respondió la aludida con una máscara de compostura -...todo está bajo control-

- ¿Quieres más café? - Preguntó él

-Si, gracias- Respondió ella aparentemente imperturbable

El moreno, al acercarse al escritorio a tomar la taza, vio la fotografía de Vi en el archivo que aún sostenía su oficial superior en las manos y puso una mueca de evidente fastidio.

-Detesto a esa mujer- Murmuró para sí mismo, pero Caitlyn alcanzó a oírlo.

Cuando la Sheriff estuvo sola en su oficina, aprovechó los minutos que tendría en sacudir la mente y despejarse. Contrario a lo que pensaba la noche anterior, esta vez quiso saber todo sobre Vi, incluyendo los cargos en su contra. No se le conocen padres ni algún tutor que se hubiera podido ocupar de ella, sobrevivió en las calles a base de pequeños hurtos y desde muy joven escaló de posición entre las pandillas criminales gracias a la fortaleza física que adquirió con el tiempo, hasta tuvo su propio grupo. Estaba involucrada en muchos delitos, pero no ha cometido asesinatos ni ha traficado armas o drogas.

Desde hace algún tiempo, Vi se desvinculó de los grupos a los que llegó a pertenecer o liderar, pasó a dedicarse a las peleas callejeras y carreras motorizadas ilegales. Como una anotación extra, aparecía que hay un rumor de que la pelirrosa se había hecho muchos enemigos entre los propios criminales, pero todavía no está clara la razón, se especula el sabotaje a importantes actividades, lo único seguro es que los líderes de pandillas han puesto precio a su cabeza.

En Caitlyn surgió cierta preocupación, a la motociclista no le esperaba nada bueno si uno de los cazarrecompensas daba con ella, sin mencionar lo que podía esperarle si sus enemigos la atrapan. Ante ese predicamento, la oficial decide que ella misma será quien la capture sin importar qué tenga que hacer, si sus hombres no habían podido arrestarla, ella sí lo haría.

-Nos vamos, Jayce-

-No seas estúpida, Vi- Decía Ezreal a la pelirrosa en la guarida de esta última -No tienes que llegar tan lejos

-Ya te dije por qué tengo que verla, Ezreal...- replica -...sabes que no es por ella, es por "eso"-

-De acuerdo, nada te convencerá de desistir...- Acepta el rubio -...pero cuando te traicione, tienes que saber que yo no voy a estar para rescatarte-

-No lo necesito, pero ¿tienes algún tesoro al que le echaste el ojo? - Pregunta ella

-De hecho, si- Responde el explorador -Además me conviene estar al menos a 200 kilómetros de distancia de ti y de esa loca-

Ezreal oculta la preocupación por su amiga en su habitual gesto de quitarse el pelo de los ojos antes de retirarse del lugar, además a él no le gusta estar en Zaun, sólo ha estado allí para visitar a Vi y nada más.

Algunas horas más tarde y antes de poderse dar cuenta, Vi estaba huyendo de las fuerzas policiales, no era nada nuevo, pero esta vez no se sabía si iba a poder escapar airosa como antes. Esa ocasión era distinta a las demás, el propio Jayce tuvo un par de encuentros con ella y tuvo que volver a la comandancia derrotado, pero esta vez la pelirrosa de pies ligeros era la presa de Caitlyn, quien es tan eficiente como excelente cazadora.

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⏰ Última actualización: Jan 27, 2020 ⏰

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