La noche anterior la cena había concurrido bastante bien, Timothée Chalamet y Alessandra Moretti habían tenido la oportunidad de charlar animadamente, Alessandra le contaba a Tim sobre el proceso de la creación del vino mientras Tim le contaba sobre la película.
Timothée había quedado embelesado con la belleza tan natural de Alessandra, tanto que a la hora de dormir solo pudo pensar en lo agradecido que estaba por haber aceptado ese proyecto. Mientras tanto, Alessandra estaba impresionada por las muchas cualidades que había descubierto del chico.
A la mañana siguiente, Timothée despertó a la misma hora que el sol, listo para ir a medirse el vestuario que le tocaría usar para su escena correspondiente.
—Buenos días—dijo animadamente mientras entraba a la pequeña carpa improvisada que habían armado en el gran jardín frontal de la casa Moretti.
—Buenos días, Timothée—respondió Saoirse con el mismo entusiasmo—¿Dormiste bien?—preguntó mientras arreglaba la falda que llevaba puesta.
—Después de su animada platica con la linda chica, ¿realmente crees que no lo hizo?—se burló Matteo, quien estaba viendo unas cosas en su tableta.
—¿Acaso no viste las chispas que salían de los ojos de Timmy cada que la veía?—se burló ahora Emma con una pequeña sonrisa en sus labios.
—Basta, solo charlamos—rió Timothée acomodando su cabello.
—Si, si lo que digas Timmy—rió Emma entrando a uno de los vestidores improvisados.
Pasaron unas cuantas horas metidos en esa carpa probándose distintos cambios de ropa, proporcionados por los chicos de vestuario que habían llegado esa misma mañana. Al rededor de las 9 de la mañana todo el equipo volvió al interior de la casa encontrando aún mayor movimiento que cuando se habían ido, todos se dirigieron hacia el jardín de la noche anterior para tomar el desayuno, al salir por las puertas corredizas se encontraron con Verónica, Lía y Alessandra, las tres charlaban animadamente mientras terminaban de poner la mesa.
—Buenos días, señoritas—dijo Matteo llamando la atención de las chicas.
—Buon Giorno—saludó Verónica sonriendo—Adelante, acomódense, en unos minutos vendrán a servir el desayuno—les brindo una ultima sonrisa a sus invitados antes de disculparse para ir a la cocina.
—¿Durmieron bien? ¿Les hace falta algo?—pregunto Lía al ver como se acercaban a acomodarse en la mesa.
—Estamos bien, gracias querida—sonrió Emma tomando asiento—En cuanto a lo otro, deberías preguntarle a Tim—río levemente causando que su compañero de trabajo la mirara mal.
—¿Quieres cambiar de cuarto? Podemos buscar uno que sea de tu agrado—hablo por primera vez Alessandra mientras miraba a Tim algo preocupada, si algo le había enseñado su mamá era que sus invitados siempre tenían que estar cómodos.
—No—se apresuró a decir el chico—Quiero decir que dormí muy bien, es solo que Emma amaneció muy chistosa el día de hoy—le brinda una sonrisa tímida a la chica.
—Si necesitas—se interrumpió ella misma—Si necesitan cualquier cosa, no duden en decirlo—asintió antes de disculparse y caminar hacia adentro de la casa.
—Puoi spiegare di cosa si trattava?—preguntó Lía una vez que había alcanzado a su hermana.
—Si chiama essere gentile, dovresti provare—bromeó codeando a su hermana menor.
—Amores—sonrió Carlos al ver a sus pequeñas hermanas entrar a la sala—Buon giorno—se acercó a las chicas para dejar un sonoro beso en sus mejillas.
—Buon giorno, Carlos—sonrió Alessandra, saludando a su hermanos.
—Carlos, sapevi che ad Alessandra piaceva il ragazzo dai capelli cinesi?—rió la menor empujando levemente a su hermana con la cadera.
—Non può avere un fidanzato fino agli anni ottanta—afirmó el mayor frunciendo el ceño.
—Ehi, scusa per l'interruzione—hablo alguien a sus espaldas.
"Merda" pensó Alessandra al ver a Timothée detrás de ellos.
—Nessun problema, hai bisogno di qualcosa?—preguntó Lía con una sonrisa inocente.
—Eh si, potresti dirmi dov'è il bagno?—respondió rascando su nuca.
—Alla fine della sala, porta a sinistra—señaló Carlos la dirección con una pequeña sonrisa.
—Grazie—asintió Tim antes de ir por donde le habían indicado.
—Bello e parla italiano—río por lo bajo, Lía.
—Li ucciderò—suspiró Alessandra antes de regresar al jardín a tomar asiento.
Una vez que todos se encontraban sentados, llegaron los empleados a servir el desayuno; fruta y pan francés. Alessandra y Timothée cruzaron algunas miradas pero ninguno se atrevía a cruzar palabra, Ale estaba avergonzada ya que no sabía si Timothée había escuchado lo que habían dicho sus hermanos mientras por el otro lado Tim estaba alagado mas sin embargo no sabía como acercarse. Cuando el desayuno terminó Alessandra se disculpó para subir a su habitación donde la pasó la mayor parte del día, a las 6 de la tarde decidió bajar a ser su caminata diaria mientras aprovechaba para bajar los platos de la comida que le habían llevado a su habitación.
Salió de su hogar para caminar hacia los establos, cuando llegó se percató de que tenía compañía, estaban ahí Emma y Saoirse, supuso que se estaban preparando para una escena. Siguió con su camino hasta llegar a la pequeña colina que siempre subía para ver el atardecer para su grata sorpresa alguien ya se encontraba ahí.
—Hola—saludó a Tim una vez que llegó a su lado.
—Hey—sonrió al darse cuenta de quien se trataba.
—¿No deberías estar allá?—señaló a sus espaldas mientras se sentaba en el pasto.
—Probablemente—asintió Tim imitando su acción—¿A ti qué te trae por aquí?—preguntó ahora el.
—Siempre vengo a ver los atardeceres—sonrió girando su cabeza para mirarlo.
—¿Qué tienen de especiales?—la miro con el ceño fruncido.
—Los atardeceres son la prueba de que los finales también pueden ser hermosos—sonrió levemente mirando ahora hacia el frente.
—Nunca lo había pensado de esa manera—susurró Timothée mirando el perfil de la chica, los labios de Ale se abrieron en una sonrisa.
—Solo espera—susurró sin quitar su mirada del cielo.
Cuando el sol comenzó a caer Timothée pudo darse cuenta que desde ahí todo se veía más hermoso, los colores rosados en los que el cielo se había tornado, incluso podía decir que era el atardecer más hermoso que había visto. En el momento en el que sol desapareció por el horizonte solo pudo sentir paz, no había ruido ni nadie que lo molestara, solo estaba el sentado junto a una linda chica.
Al girar su cabeza y ver a Timothée tan tranquilo solo pudo sonreír, siempre que traía a alguien a ese lugar tenía la satisfacción de ver su cara de relajación pero esta vez se había sentido diferente, se había alegrado de que hubiera sido él quien se encontraba ahí.
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SUNSET LOVE [-] T. CHALAMET
Fiksi PenggemarTimothée regresa a Italia nuevamente a grabar una película, un años lleno de aventuras.