Dransy 4ever

El viaje

Había bastantes tiendas interesantes en aquel callejón, la tienda que mas me apasionaba era la de artículos de Quidditch , el deporte de los magos.  Donde en aquel escaparate lucía una increíble Nimbus 2001. Ojalá los de primero puedan tener escoba propia... Fui a comprar mi mascota, una lechuza de un color canela clarito, preciosa. Nunca había visto una igual, por su color la decidí llamarla Jengibre.Luego fuimos a comprar la resta material.

Así Jengibre y yo emprendimos el camino hasta el andén. Por fin llegó el gran día. Todos los muggles me miraban raro. Pero yo pasaba olímpicamente de ellos. Cerca de entrar en el andén un guardia me paró y me pregunto que hacía con una lechuza y un baúl tan lleno yo le dije que a él no le importaba y seguí camino al andén.

Poco llegar, ya de veía el rojo escarlata Hogwarts Expres, me encantaba. Poco después de tomar asiento en uno de los vagones vacíos del tren, el tren empezó a moverse. pedí unas ranas de chocolate con los galeones que me dio mi madre. Es bastante aburrido estar solo, así que busqué algún vagón con algún niño de mi edad. En ese vagón yacía una niña sentada, sola. Me acerqué y le pregunté su nombre.

Ella me dijo:

Soy Hermione Greanger, encantada de conocerte Pansy.--Yo le contesté-- Igualmente.

Empezamos ha hablar sobre temas muy interesantes, como por ejemplo en que casa nos gustaría estar... A mí me gustaría estar en Slytherin la casa de la astucia y ambición, ya que toda mi familia pertenece a esta casa. Yo ya empezaba a disfrutar el viaje pero todo quedó interrumpido por culpa de ese tal Neville Longbottom, que nos preguntó si habíamos visto su sapo, a mí que me importa su sapo. Hermione se ofreció voluntaria para ayudarlo a preguntar, así que yo también acepté.

Ella me dijo:

- Nos vemos después.

Yo le dije que está bien y nos separamos para preguntar por el maldito sapo de ese niño, yo fui a  preguntar por los primeros vagones. Dónde me encontré al mismo niño que le salvé la vida de esos abusones, era el mismo, estaba allí y estaba acompañado con dos amigos suyos. Al verme se sonrojó, le pegunté si había visto un sapo y me dijo:

- Vete a otra parte, aquí molestas. No tienes el suficiente talento para estar aquí, apenas ya has perdido el sapo.

Todos empezaron ha reír a carcajadas. Yo me fui corriendo a mi vagón y empecé a llorar. Como podía ser que al niño que acababa de salvar la vida me tratara así. Lo mas probable es que esa otro niño, o tal vez quería humillarme delante de todos sus amigos...

Todas esas preguntas rondaban en mi cabeza, en busca de una respuesta.