My Christmas gift comes in new year ☆

𝓐𝓷̃𝓸 𝓝𝓾𝓮𝓿𝓸🎆

La Navidad pasó, fue mágica; los días empezaron a pasar, y la ciudad de Hamar se renovó. Al salir al centro, ya no se podía encontrar ningún tipo de adorno ni motivo que representara la festividad preferida por los niños...

Era la mañana del 27 de diciembre. No había mucha gente en las calles, era un día especialmente frío. No era el mismo gélido invierno de todos los años; aquél sería un día diferente para todos, en especial para cierta chica castaña de hermosos ojos.

Las clases fueron normales; afortunadamente no había actividades en la tarde. Era viernes, el mejor día de la semana, y las clases acababan temprano, más o menos al mediodía. Así que Ilona solo debía sobrevivir cuatro horas y luego podría regresar a casa. Se reunió con sus amigos a la salida, pero extrañamente cierto rubio coqueto no estaba.

-No vino a clases, dijo que algo le cayó mal anoche... pero no le creo una palabra-, dijo Solvieg, quien estaba en el mismo salón que Geza. Como siempre, estaba algo molesta. Ilona rió junto con sus amigos pero no le dio importancia, solo le mandó un mensaje a Geza preguntándole por qué había faltado. Estaba algo preocupada...

Por otro lado, Geza seguía metido en la cama, envuelto en una gran nube rosada de olor a flores y vodka, mezclados una fragancia dulce, mismo que lo hizo sentir embriagado la noche anterior, su modorra era comprensible, ya que, el cuerpo siente una pesadez especial después de una larga noche de agitación y placer desenfrenados bañados con el sabor fuerte del alcohol; abrió los ojos muy despacio, se seguía sintiendo aletargado, con su diestra frotó su ojo, distinguió su perfecta figura y como si sus ojos no pudieran apartar la vista de aquella silueta, pudo por fin verla perfectamente, la vio sentada al borde de la cama, se volvía a colocar su ropa interior lentamente y buscaba su ajustado vestido negro con la mirada.

-Que hermosa eres, la luz de la mañana te sienta perfectamente- dijo coqueto, con un leve sonrojo, la miraba fijamente con una pequeña sonrisa seductora, ella volteó sonriendo, sensual como ella sola, se agachó para besar sus labios con un sabor similar al amor, pero Geza muy dentro suyo sabía que no era aquello; la chica volvió a su ropa alejándose de él -¿en serio tienes que irte ya? Quería pasar el día contigo Nora... ¿no vas a extrañarme?- dijo haciendo un puchero mientras se levantaba poco a poco del letargo para sentarse sobre la cama, ella caminó hacia él, acarició su rostro y con malicia sonrió, lo abrazó suavemente, seguía en ropa interior provocando al rubio, quien en un rápido movimiento consiguió poner el níveo y delicado cuerpo de su amiga debajo del suyo...

Llegaron hasta el final nuevamente, ambos se complementaban muy bien, cada uno sabía lo que el otro disfrutaba, eran la combinación perfecta, tristemente, Geza desde antes que sus muchos encuentros se concretaran, había caído en el juego de la pelinegra. Si bien, eran amigos y todo era bastante interesante entre ellos, Nora nunca mostró sentimientos distintos a los que una persona que te desea solo para tener sexo te demuestra, o eso es lo que ella dejaba entrever, ya que en su privacidad, Nora solo tenía ojos para el rubio Kovács.

Geza encendió un cigarro mientras la miraba vestirse, nuevamente estaba sentada al borde de la cama -te veré luego Gez nos vemos en la escuela ¿vale?, si te extrañaré- dijo dándole un beso corto en los labios, acarició su cabello y se alejó lentamente, si él la hubiera detenido ella se hubiese quedado, si solo hubiese dicho algo, ella hubiera dejado todo, pero sabía que no lo haría, caminó hacia la puerta del cuarto de hotel donde su abrigo y su bolso yacían tirados en el suelo, los tomó para poder irse.

Geza suspiró, sintiéndose vacío como en todas las veces que ambos compartían la cama. Con una sensación de inconformidad e insatisfacción, tomó su teléfono y vio que Ilona le había enviado un mensaje. Hablaron un momento, le mintió sobre el motivo por el cual había faltado a la escuela. Sin embargo, al ver la hora, se dio cuenta de que su tiempo en el hotel estaba a punto de acabar.