✿ all of my life - starker ✿

- ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇs -

- Entiendo... Tu vida no fue lo que muchos piensan.

Estaban ellos dos, recien casados disfrutando de su luna de miel. Aquella noche, Peter le había permitido a Tony beber con la condición de que fuera en el hotel donde estaban así podría cuidarlo, pero no contaba con el hecho de que el multimillonario se abriera tanto en buena compañía, al extremo de contarle cada detalle de su miserable vida.

- Si, fue tan horrendo. Creo que hasta hace poco mi vida era un completo desastre-agitó en círculos la botella de vodka ya vacía.

- ¿Por qué tardaste tanto en ser felíz?-preguntó entristecido el menor.

- Porque no tenía un motivo. Nada lograba llenarme por completo o hacía que sonriera por más de cinco minutos-le respondió soltando una risa-. Además, tarde mucho en encontrarte Underoos.

Las mejillas del castaño se encendieron en una tonalidad roja, cosa que causó un brillo especial en los ojos whisky de Stark.

- T-Tony...

- Eres todo en mi vida, Peter-plantó un beso en la frente del menor y le acarició el rostro con ternura-. No sabría que hacer si tú no hubieses aparecido. Te amo y eres lo más importante para mi, aunque a veces no lo demuestre.

- Tambien te amo-le dijo él con una hermosa sonrisa, esas en las que sus ojitos se volvían pequeños y su pecho se inflaba de alegría.

El reloj sonó desesperado.

Era hora de levantarse y dejar su bonito recuerdo vuelto sueño dispersado en su inconsciente. Con mucha pereza, estiró su mano para apagar el artefacto que sonaba de forma intensa a su lado encima de su mesita de noche, corrió las sábanas que le cubrían el cuerpo y se sentó al borde de su cama. Había sido bonito mientras duró, pues a los pocos meses de ese momento Anthony había empezado con su adicción al alcohol.

Pero en su presente tenía cosas más importantds que hacer en vez de pensar en el imbécil de su ex pareja.

Se cambió su pijama azul por un traje color beige, camisa blanca y zapatos negros, haciendo juego con la corbata. Ese día decidió dejar su pelo ondulado natural, pues le gustaba como se veía y se agregó su colonia favorita. Sonrió satisfecho a su reflejo en el espejo del baño para luego dirigirse a despertar a su hija.

Entró a la habitación de la niña; esta era de blanca con una pared pintada de amarillo, habían pósters de diferentes héroes pegados por cualquier lado junto con dibujos creados por ella y un montón de juguetes como autos, construcciones desarmadas de Lego y figuras de acción estaban esparcidas por el suelo. La niña descansaba tranquilamente en su cama cubierta con colchas de la Capitana Marvel, su vengadora favorita, y ya le estaba entrando la pena por anotarla en el turno de mañana en su escuela.

- Arañita, despierta-Peter se sentó al lado del cuerpo de Morgan y le acarició el cabello con dulzura-. Es hora de ir al colegio.

La pequeña fue abriendo sus ojos de a poco y dió un bostezo largo. Posó su visión sobre los ojos chocolate de su padre y sonrió.

- Tuve un sueño lindo, papi.

El castaño sonrió, despojó a su hija del pijama de Spider-Man que llevaba y tomó la remera de su uniforme para vestirla- ¿Si?, ¿y que fue lo que soñaste?

Morgan se resfregó los ojos con sus manitas hechas puño, alzó los brazos para facilitar el ingreso de sus brazos al uniforme y cuando la prenda estuvo bien arrreglada sobre su cuerpo sonrió.

- Soñé que el señor Stark era mi papá también-dijo, dejando anonado a Peter-. Estábamos en un día de campo y él te daba muchos besos, como las parejas de las películas, y yo comía hamburguesas muy deliciosas. Seguramente eran de Burguer King.