11 de Enero

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Déjame contarte una historia.

Una noche solitaria en octubre, había una chica, con cabello salvaje, malas decisiones y enojo reprimido, que finalmente decidió que era suficiente.

Todas las voces dentro de su cabeza la estaban consumiendo y ella solo quería que se detuvieran. Y ella los detendría. Los ahogaría todos junto con sus penas, lista para que el huracán la llevara lejos.

Y justo después del momento en que se decidió, ella apareció.

La chica formada por sonrisas infantiles, cabello rojo y ojos del color del chocolate chocó con ella. Se detuvo por un momento para disculparse y mirar, ajena al hecho de que su mundo estaba tomando lentamente una nueva ruta, girando en un eje mucho más ligero rodeado de estrellas y nuevas esperanzas encontradas.

No, lo único que su mente podía comprender era la chica. Esa chica. Y durante toda la noche, pensó en ella: las voces, las drogas y el alcohol olvidadas hace mucho tiempo. Se podría decir que la chica la salvó sin que las dos lo supieran.

Ya he establecido antes que soy una narradora de mierda, pero creo que es bastante obvio quiénes son los personajes.

Lo que intento decir es que eres más que una cara bonita. Eres amable y generosa, y tan llena de esperanza y amor. Me haces sentir, haces que mi corazón palpite de nuevo, en el buen sentido. Haces que el hielo se descongele y se derrita con solo un ligero movimiento de tus labios.

Alguien como tú podría hacer las cosas bien para mí.

En algún lugar de Seúl - MINAYEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora