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17 de julio - 9:30 horas

Nagore

Habíamos congeniado tanto con Natalia que se había sumado a nuestras salida de los miércoles, siempre quedábamos las cuatro para ir a tomar algo a un bar cercano. Aunque con Alba compartíamos la mayor parte del día siempre tenía historias nuevas que contarnos. Poco a poco fuimos conociendo a la larguirucha de pelo negro, sus gustos, sus aficiones...

Habíamos congeniado tan bien que habíamos planeado pasar unos días de vacaciones juntas, las cuatro juntas. Queríamos un destino para relajarnos y disfrutar del mar. Escogímos la costa de Granada para nuestras vacaciones. Habíamos alquilado una pequeña casa enfrente del mar. 

Alba: Esto es precioso. ¡Me quiero quedar a vivir aquí! 

Nagore: Y yo contigo guapa.

Sandra: ¿Tu con quién?

Nagore: Contigo, contigo, sin ninguna duda.

Le di un cachete en el culo y le guiñé un ojo y desaparecí por el pasillo. Tocaba deshacer un poco las maletas y colocarse el traje de baño para bajar a la playa. Yo me puse mi bikini negro junto con una camisa larga blanca. Sandra se puso su bikini de palmeras, unos pantalones cortos y una camiseta. 

Alba se puso un pareo, que le cubría todo su pequeño cuerpo y Natalia optó por ponerse un trikini negro y encima una camiseta ancha de rayas. Cada una con su toalla bajamos a la playa, necesitábamos esa paz que solamente te da el mar. 

Después de varias horas tostandonos al sol y remojandonos con el agua fesquita del mar, decidimos comer algo en un chiringuito cercano. Allí disfrutamos de las tapas y también pedimos pescado fresco a la plancha. 

Sandra

La verdad es que estos días nos estaban sentando de maravilla. El estrés y la rutina diaria habían desaparecido, cada día era una aventura. Hoy habíamos alquilado una pequeña lancha para disfrutar de las pequeñas calas de este rincón del Mediterráneo. 

Sandra: Esto es una auténtica maravilla de la naturaleza.

Habíamos descubierto una playa virgen, con un agua cristalina y con arena blanca. Se podían ver los peces sin necesidad de gafas de bucear. Era como estar en el Caribe. Dejamos la lancha en la orilla y las toallas en la arena. Estuvimos todo el día disfrutando de la tranquilidad de estar en un sitio único.

Después de todo el día al sol regresamos a la casa, nos quedaban pocos días ahí y queríamos disfrutarlos al máximo. Habíamos decidido que esta noche tocaba cenar en casa, y que cada una se encargase de hacer un plato. 

Natalia: Chicas, todo esto está delicioso. Os quiero dar las gracias por acogerme con tanto cariño, por tratarme como una más a pesar de que nos conocemos desde hace poco. Os estáis convirtiendo en personas muy importantes para mi.

Nagore: Te haces querer enseguida. Has hecho feliz a nuestra amiga y ya formas parte de nuestra familia de locas. Te has ganado un pedacito de nuestro corazón muy rápidamente y me gustaría mantener esto muchos años más.

Alba: Hombre a mi también. Os habéis convertido en las personas más importantes de mi vida y quiero teneros siempre conmigo.

Sandra: ¡Brindemos por esto! ¡POR NOSOTRAS!

Tras hacer chin chin con nuestras copas, seguimos cenando y riendonos. Eso jamás faltaba en nuestras conversaciones. Se nos hizo tarde hablando y teníamos que descansar, ya que, al día siguiente habíamos comprado un pack para bucear por esas aguas, tenían uno de los fondos marinos más hermosos de España. Mucha gente había buceado por estos lugares que estaban cargados de historia. 


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¿Os ha gustado este capítulo?

En el próximo capítulo, habrá un salto importante en el tiempo. También os tengo que decir que no le quedan muchos capítulos a esta historia, está llegando a su fin... En algún momento tenía que llegar este momento.

Twitter: EresRefugio

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