F.C. United #Sangore

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1 de julio - 10 horas

Nagore

La pretemporada acaba de empezar, la verdad es que tenía ganas de asumir este nuevo reto de empezar en otro equipo pero estaba triste porque me había tenido que separar de Sandra y la verdad es que tenía miedo de que la distancia nos afectase. 

*Nagore*

Hola cariño

¿Qué vas a hacer hoy?

*Sandra*

Poca cosa, ir a entrenar y después en casa. 

¿Y tú que vas a hacer bella?

*Nagore*

Yo hoy también empiezo la pretemporada, a ver como va...

*Sandra*

Estoy segura que te va a ir genial. Confío en ti y estoy muy orgullosa de ti, recuérdalo siempre. 

Esta tarde podíamos hacer una videollamada que tengo muchas ganas de verte.

*Nagore*

Perfecto, amor. Yo también te echo de menos.  

Te dejo que voy a entrenar. Un besito.

*Sandra*

Otro para tí en los morros.

Desde que había venido a España hablaba a todas horas con Sandra. Nos contábamos todo lo que hacíamos durante el día y por la tarde, siempre que podíamos nos veíamos por vídeo. 

Me arreglé y salí del piso para reunirme con mis nuevas compañeras de equipo. Estaba nerviosa pero con muchas ganas de empezar.

Sandra

Se notaba el vacío que había dejado Nagore, tanto en el equipo como en casa. La Mari había sido mi apoyo, me estaba ayudando a que no echará mucho de menos a Nagore. Aunque eso era imposible. 

Después de entrenar, volví a casa. Me tumbé en el sofá y me quedé dormida. Me desperté por el sonido del móvil, alguien me estaba llamando. Era ella, era Nagore. Nada más aparecer en mi pantalla, mi sonrisa se dibujo como por arte de magia. 

Sandra: ¡Hola cariño! ¿Cómo te ha ido el día?

Nagore: ¡Hola amor! Pues la verdad es que muy bien, son muy majas mis nuevas compis. 

Sandra: ¿Ves? Tanto miedo, tanto miedo... Eso no sirve para nada. 

Nagore: Ya... ¿Y tú que has hecho?

Sandra: Pues nada, he ido a entrenar y luego me he quedado dormida aquí en el sofá. 

Nagore: Qué vida más estresante llevas guapa... 

Sandra: Oye guapa yo no tengo la culpa de ser una jugadora de fútbol reconocida y no tenga que trabajar. 

Ambas nos empezamos a reír a carcajada limpia, me encantaba que estuviera de buen humor a pesar de la distancia. Estuvimos un rato más charlando, al final la Mari también se añadió a la conversación.  Su buen humor y sus bromas nos contagiaba a ambas. 

10 de julio - 12 horas

Nagore

Hoy era el primer partido con el nuevo equipo. Salía de titular y quería causar buena impresión, así que antes de salir me permití un momento de concentración. Por mi cabeza pasaban todos los momentos que había disfrutado del balón, quería seguir haciéndolo con la ilusión de una niña que empezó a darle patadas al balón con cinco años. 

Respire hondo y salí al campo, vi la cantidad de gente que había en la grada, el público también tenía ganas de ver a este nuevo equipo funcionar. Una sonrisa se me dibujó en la cara, hoy iba a ser un día grande. 

Y así fue, nos adelantamos en el marcador a los pocos minutos gracias a un gol tempranero de mi compañera, Bárbara. A mi me costó entrar en el juego, pero una vez que me sentí cómoda, me sentí muy bien. En los minutos finales me estrené con un gol. 

Así que al acabar el partido, lo primero que hice fue decirselo a Sandra.

*Nagore*

¡CARIÑO! 

¡HE MARCADO EN MI DEBUT! 

*Sandra*

¡LO SABÍA, LO SABÍA! 

¡Esa es mi chica!

*Nagore*

Claro, ahora eres vidente. 

*Sandra*

Pues claro, parece mentira que no lo sepas a estas alturas

Me duché y me cambié de ropa, volví a casa y desde allí la llamé para explicárselo todo con detalles. 

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