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20 de diciembre - 13 horas

Nagore

Ya estaba oficialmente de vacaciones. Hasta el dos de enero no volvíamos a los entrenamientos, así que iba a pasar las Navidades con mi familia y con Sandra. 

*Nagore*

Hola cariño

Te echo de menos...

No sé si podré esperar a esta tarde para verte

*Sandra*

Hola pequeña

Yo ya cuento las horas para verte

En nada salgo ya para allá

*Nagore*

Aquí te espero. 

<foto enviada>

*Sandra*

Con esa foto voy volando

*Nagore*

No corras cariño, que te quiero entera

Todo esto es para ti cuando vengas

Le había mandado a Sandra una foto de mis piernas desnudas completamente abiertas en el sofá. Quería 'calentarla' aunque fuera por Whatsapp, me gustaba 'torturarla' así. 

Sandra

Tras recibir esa foto, sentí un calor en la entrepierna, como era posible que me pusiera así simplemente por una imagen. Nagore era capaz de trastocarme a kilómetros de distancia. Me monté en el coche con esa imagen en la cabeza. 

Me puse la música muy alta y empecé a cantar a todo pulmón dentro del coche. La gente que me viera pensaría que estaba loca, pero me daba igual, porque estaba más feliz que nunca. Iba a pasar las navidades con Nagore y mi familia. 

Tras tres horas conduciendo, llegué al portal de Nagore. Allí estaba ella esperándome. Le traía un regalito, era un ramo de flores, de sus flores favoritas, las rosas blancas. 

Sandra: ¡Hola amor! 

Nos fundimos en un abrazo, me encanta su olor y la sensación de estar entre sus brazos, era como estar a salvo, con ella no tenía preocupaciones. 

Nagore: Las flores son preciosas pero tu eres espectacular. 

Nagore me ayudó con el equipaje, tampoco llevaba gran cosa, solamente una maleta y una bolsa de deporte llena de ropa también. Dejamos todo el equipaje en la habitación, llamé a mis padres para que supieran que ya había llegado. 

Sandra: Oye, ¿no había algo que me estaba esperando aquí?

Nagore: Pues ya no me acuerdo lo que era...

Sandra: Qué mala memoria tienes. ¡Ven aquí, que te lo recuerdo! 

Agarré a Nagore de la pechera y la tiré encima mía en el sofá. Me la comí a besos mientras la ropa volaba por el salón. Acabamos haciendo el amor hasta que nos quedamos dormidas, una encima de la otra, de todos los orgasmos que nos habíamos regalado. 

Nagore

Después de ducharnos, salimos a dar una vuelta por la ciudad. El centro viejo de la ciudad nos tenía totalmente enamoradas. Pasear de la mano por sus estrechas calles era ya una tradición para nosotras. 

Nagore: Cada vez que paso por aquí, es como si fuera la primera vez que pasase. Me impresiona como el primer día. 

Esta ciudad me tenía enamorada. Me encantaba vivir aquí, tan cerca de todo, del mar y de la montaña. 

Sandra: Me encantaría vivir aquí, estar lejos de la ciudad que me vio crecer es duro. Lejos de la familia y de ti. 

Nagore: Tengo el presentimiento que este año nos va a traer cosas buenas, ya lo veras. 

Sandra: ¿Ahora eres pitonisa también?

Nagore: Cariño, yo soy muchas cosas, deberías saberlo ya.

Sandra: Es verdad, se me había olvidado. Pero lo que más me gusta de todo lo que eres, es que eres mi chica. 

Nagore: Ohhh mira que eres bonita tu. 

Nos fundimos en un beso y seguimos andando por las callejuelas del casco antiguo de la capital catalana.


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¿Qué queréis que pase con Nagore y Sandra? ¿Que sigan jugando en equipos diferentes o jueguen juntas?

Twitter: EresRefugio

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