Capítulo 4. "La fiesta y el alcohol no van de la mano" PARTE 2/2

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Llegamos a mi casa y de mis amigas solo vino Ashl, a las mellizas las buscó su madre.

Nos fuimos a buscar pizza ya que vinimos con bastante hambre por lo visto, y subimos a mi habitación a cambiarnos.

Me puse el pijama y le preste uno a mi mejor amiga, le puse un colchón en el piso e instantáneamente se quedó dormida apenas puso su cabeza en la almohada.

A los segundos ya se escuchaban sus ronquidos hasta en china, mierda que roncaba eh.

Yo por suerte nunca ronque, pero absolutamente toda la gente que conozco si lo hace. Soy la única que se salvó de eso.

Y aunque roncara yo no me daría cuenta, pero seguro que los vecinos sí.

Baje a tomar agua y me senté en el sillón a ver tele, sinceramente no tenia sueño y como mis padres no estaban en casa, ya que se tuvieron que ir por un trabajo de urgencia, así que prendí la tele y empecé a ver que había en la tele.

En eso sentí que alguien se sentaba al lado mío, yo ya estaba casi dormida por eso ni cuenta me di.

-Sam.

Mierda esa voz, mierda y más mierda.

-No me ignores- dice acercándose.

-No te estoy ignorando, estaba casi dormida.

-Perdón- dice mirando rápidamente hacia abajo.

-¿Perdón qué?- estaba tan dormida que no entendía absolutamente nada.

Su voz me había bloqueado absolutamente todo.

-Lo del beso, bueno no el beso, sino lo que dije después.

Oh, el beso si. Que bello momento eh.

-Ya no importa, fue un error, a todos nos pasa- dije fingiendo, claro.

Eso me había molestado muchísimo pero no se lo iba a decir así de una.

-No fue un error, lo hice porque era lo que quería y lo haría de nuevo Sam- mira mis labios y nuevamente a mí.

-Lo dudo mucho.

-¿Por qué?- preguntó confundido.

-No podes pensar eso de mí de la noche a la mañana Aarón.

-No fue así, hace tiempo que siento esto, y no sabía cómo decírtelo.

Oh por todos los dioses de Egipto esto no puede estar pasando, se me está literalmente declarando, borracho, en el sillón de mi casa, no es como lo esperaba pero está pasando. 0 romanticismo pero todo no se puede.

Cuando termino de decir eso, lo bese yo esta vez y duro mucho más que el anterior, a decir verdad muchísimo más. Lo único que pensé en el momento es que seguramente mañana no se acuerde de nada, y vamos a hacer como que no pasó nada.

Inmediatamente corté el beso e intente irme a mi cama, pero su brazo me agarro primero.

-No te vayas- dice poniendo cara de cachorrito.

-Tengo sueño.

-Dormí conmigo- dice- por favor.

-Ya que insistís- dije riendo y me tiré cual morsa en el sillón a lo que él se quejó.

Todo esto parecía un sueño, pero me pellizque y era real, esto estaba pasando realmente y no lo había soñado.

Me acosté en un almohadón y el chisto.

-Ahí no, acá- dijo señalando su brazo.

Me acosté al lado de él y me abrazó llevándome a su pecho, tenía el perfume que lleva siempre, el que tanto me gustaba. Me dio un beso corto y dulce y nos dormimos inmediatamente.

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