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UNO
Si hay algún lugar donde Lee Minho quería estar, no era aquí. El rubio casi quiso saltar del elegante Porsche negro en el que iba. Tal vez si fuera un poco más cuidadoso, sus padres no lo habrían atrapado tonteando con los delincuentes del vecindario y no terminaría aquí por el verano.
Los padres de Minho no querían que su hijo arruinara su reputación de clase alta por andar en pandillas, así que lo enviaron al campamento de verano más caro que pudieron encontrar, el campamento 19.
La única cosa que Minho odiaba más era estar al aire libre.
Así que mientras se dirigía hacia el campamento, disfrutó de sus últimos momento de paz.
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Han jisung estaba más emocionado que nunca. Como amante de la naturaleza, había trabajado todo el invierno para poder ahorrar para el campamento 19. Su familia no podía pagar por él, así que usó su propio dinero y vendió la mitad de su ropa para poder ir. Jisung amaba el aire libre. Vio innumerables episodios de "bear grylls", hojeó revistas de National Geographic e investigó todo tipo de plantas y animales.
El moreno hizo un largo y aburrido viaje de 3 horas en autobús hasta el campamento, pero valió la pena. Sostuvo su mochila en el pecho, un ceño formado en su cara mientras miraba por la ventana para ver el cielo gris. Hizo pucheros, esperando que el tiempo se despejara.
Pronto el autobús llegó al campamento y Jisung casi se tropezó cuando se bajó del vehículo. A pesar del cielo gris, el campamento era hermoso. Estaba rodeado de follaje y a través de los árboles podía ver la silueta de las cabañas de troncos.
Sonriendo de oreja a oreja, se ajustó su sombrero de copa y se puso en marcha para el registro donde fue recibido por un chico mayor, con la etiqueta cosida en su camisa que decía "Wonpil".
- ¡Eh, yo soy Wonpil! ¿Y tú eres? - el contrario sonrió, sacando un portapapeles.
- Soy Han Jisung - respondió el chico con cara de ardilla, viendo como Wonpil tachaba su nombre en el portapapeles.
- Genial, estarás en la cabaña número nueve. - Dejó el portapapeles y sonrió. Señalando a través del bosque y rió. - Cuidado, he oído que tus compañeros de habitación son... interesantes.
Jisung rió nerviosamente y se dirigió al bosque. sacó su polaroid para tomar fotos de los árboles, envuelto en un sentimiento de pura felicidad. Continuó su paseo por el sendero durante unos cinco minutos, con la cabaña cada vez más cerca de su vista. Su aliento se fijó en la belleza de la gran cabaña y no pudo contener su excitación. El moreno corrió el resto del sendero para llegar a su destino.
al mismo tiempo que giraba el pomo de la puerta, esta se abría desde dentro. un chico rubio ceniza, que parecía aterrorizado se golpeó contra Jisung, derribándolo.
- Cuidado. - murmuró mientras el rubio le ayudaba a levantarse. - ¿Qué es lo que te tiene tan agitado?
- Esos chicos de adentro... - el rubio balbuceó, - No puedo estar ahí. Me niego.
