— Así que ibas en serio con lo de la cabaña en medio del bosque.
— Yo siempre voy en serio — bostezó cubriéndose con una mano —. Además, eres de los que piensan "si no lo veo, no lo creo" así que, aquí estamos.
Deidara y Sasori se habían tomado un tiempo para explorar los alrededores de Konoha en busca de un lugar lo suficientemente alejado de la aldea. Pero a esas alturas de la tarde, y para la sorpresa de Deidara, su compañero ya había encontrado una zona acorde a sus gustos y necesidades.
Y para colmo, ya había construido una pequeña cabaña en lo alto de un árbol.
— Mira — señaló Sasori —, ahí hay un lago donde puedes practicar tus explosiones.
— Mi arte querrás decir — le corrigió ofendido.
— Tu arte consiste en usar explosiones, ¿qué más da?
— Ya deberías saber que no son meras explosiones, ¿tanto tiempo conmigo y todavía no sabes valorarlas?
— Perdona, no sabía que me habías halagado por hacer esa cabaña donde vamos a alojarnos durante el tiempo que estemos aquí.
Deidara puso los ojos en blanco y resopló.
— A todo esto, ¡acabo de recordarlo! Si no me hubieras cuestionado en la charla que dimos en la escuela, jamás se hubiese producido semejante revuelo — le recriminó.
— No nos estabas representando a todos y sólo hablabas de ti mismo. No sé si te has dado cuenta de que somos un grupo.
Deidara abrió las palmas de sus manos por delante de sus ojos e hizo una burla con las bocas que tenían. Parecía que estaba hablando a través de ellas.
— No comparto en absoluto el arte ocular de Itachi y tú siempre insistes en crear objetos que duren eternamente.
— ¿Qué tiene de especial algo que se evapora tan rápido que no te da tiempo ni a verlo? — Sasori resopló como si fuera la primera vez que tenían esa conversación — ¿Cuándo dejarás de ser un crío?
Mientras discutían sin llegar a ninguna conclusión, como de costumbre, Deidara tomó la iniciativa para aparecer en cuestión de segundos junto a la estrecha puerta de la cabaña. Con una cautela muy impropia por su parte, se asomó ligeramente para ver su interior. A pesar de que actuaba a base de impulsos y no pensaba demasiado en lo que hacía, había aprendido a ser más astuto cuando se trataba de las creaciones de Sasori. Después de todo, no era la primera vez que se burlaba de él provocándole un susto de muerte.
— ¿Se puede saber cuánto tiempo te ha llevado hacer esto? — preguntó.
— Probablemente, menos del que a ti te llevaría madurar.
El rostro de Deidara se ensombreció por un momento.
— Hoy te estás pasando, es muy extraño que te metas tanto conmigo, maestro — esa última palabra la pronunció para contentar a Sasori desde un tono burlesco, mientras miraba hacia abajo donde este seguía sin haberse movido un palmo.
Se volvió a girar en seco para examinar el interior. Era un espacio bastante pequeño pero tenía toda la funcionalidad que necesitaban. No había nada más que una cama en el centro. Se alegró de ese detalle porque después de varios días de viaje, habían dormido en todo tipo de lugares incómodos y ya estaba deseando yacer allí. En uno de los lados había una mesita con cajones y en la pared sobresalían dos maderos que Deidara dedujo servirían como perchero.
— Realmente eres muy hábil construyendo cosas. Uhm — asintió para sí mismo, sujetándose la barbilla.
En una segunda pasada, su atención se posó en un extraño objeto de madera que estaba encima de la mesita y que, sin entender cómo se le podía haber pasado por alto desde un primer momento, ahora había encendido toda su curiosidad.
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Hikaze (Fanfic Naruto)
FanfictionGaara ha sido invitado a estudiar en Konoha en compañía de sus hermanos. Deseoso de ampliar su relación con Naruto e incluso con esperanzas de declarar sus sentimientos por él, su intento se ve frustrado por el aumento de interés que demuestra hacia...