Jimin volvió de la universidad a eso de las siete de la noche, lo esperé con algo de pastas y vimos algo de televisión mientras cenábamos, me contó de sus clases y se recostó un poco en mi mientras veíamos peliculas mientras nos daba sueño.
Trabajé un poco desde mi celular y esperé en la cama que él saliera del baño.
Escuché la puerta abrirse y lo vi aproximandose hacia mi, noté otra vez como su caminar era un poco fuera de lo normal, por lo que no tardé en preocuparme demasiado.
—Jimin ¿Estás bien?
Me levanté de mi comodidad y me acerqué al menor, no le permití dar un paso más hasta saber porque presentía que algo le había pasado.
—Si...
—¿Te duele algo? ¿Por qué caminas así?
—Me lastimé un poco él tobillo mientras ensayaba, no es nada.
Lo miré seriamente dandole a entender que si me preocupaba, que para mi no era algo sin importancia, por Dios, era la salud y él bienestar de la persona que amaba con locura. Me volví loco al saber que estaba herido.
Lo cargué y lo dejé en la cama, mientras que en él baño busqué él pequeño botiquín, al volver lo vi cabizbajo y sobando un poco su tobillo, muy tímido.
Me arrodillé frente a el para que se me hiciera más facil el trabajo de tomar su suave pie y empezar a esparcir un poco de pomada en su tobillo.
Dezlicé con la delicadeza mas grande mis dedos sobre su tersa piel, traté de que no le doliera en lo absoluto y disfruto cada roce, sentía la mirada de mi mejor amigo intensa sobre mi, era un ambiente demasiado silencioso y romántico, mi corazon latina con locura, mis manos y mi estomago hormigueaban.
Terminé y fui a poner todo en su lugar, y al volver a la habitación Jimin seguia en la misma posición mirando sus pies. Me senté a su lado y lo miré haciendo que él me correspondiera y viendo sus hermosos ojos brillar solo para mi.
—¿Mejor?
—Gracias.
Su tono era bajito, parecía algo decaído y eso me preocupaba.
—Estoy incapacitado de clases él día de mañana.
Comentó con evidencia tristeza, lo cual rompió mi corazón.
—Tu salud es primero Minnie, no debes arriesgarte.
—Lo se, solo fui muy descuidado, es mi culpa.
Sus ojos empezaron a cristalizarse, y pude sentir como mi corazón se arrugaba. Sequé con mi pulgar la primera lágrima.
—Los accidentes pasan, no es tu culpa. Solos será un día.
—Mañana es la practica más importante hyung y me la voy a perder.
Tomé las suaves manos, repartí muchas caricias en ellas para así relajarlo un poco.
—Escucha Jimin, eres él mejor bailarin del mundo, una practica la puedes recuperar fácilmente, mañana me tomaré él día libre y la pasaré contigo, cuidándote mucho ¿si?
Mierda, cuan débil era.
Me sentí morir cuando una hermosa sonrisa se dibujó en sus gruesos labios, su nariz y ojos rojitos debido a sus pequeñas lagrimas, me estaba muriendo debido a la ternura de su ser.
Te amo...
Te amo tanto.
Moría por él, por decirle que lo amaba, por besarle hasta él cansancio, por...
Tantas cosas pasaban por mi mente y la unica que pude hacer realidad fue recostar con cariño a Jimin en la cama y abrazarlo contra mi pecho, dejando en evidencia lo acelerado que se encontraba mi corazón en ese momento, bese sus cabellos y acaricié su espalda.
Mis manos se movían por toda su cintura, lo toqué, lo escuchaba suspirar en mi pecho mientras que mi mano hacia contacto sobre su piel expuesta, el sueter mio que portaba se había alzado dejando al descubierto su cintura. Morí al sentir la calidez de su piel, lo suave que era y él aroma que desprendía su cabello, suspiré y él tambien lo hizo.
Me detuve cuando supe que las cosas podrían salirse un poco de control.
—Buenas noches Jimin.
—Buenas noches Hyung.
Lo arropé, teniendo en cuenta de lo expuestas que sus piernas están al frio y recordaría la proxima vez perdile a Jimin que usara sus pijamas en vez de mis sueters, no solo podia morir de frio, sino que tambien provocaria un infarto en mi.
Para Jimin no tenia idea, pero simplemente me estaba conteniendo demasiado.
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Star «Yoonmin»
FanfictionPark Jimin era una estrella, una muy pequeña, pero la que más brillaba en la vida de un perdido Min Yoongi.