Luna Vacía

Capítulo I

-Viator, despierta nene, es un nuevo día. Viator, despierta nene, es un nuevo día.

Tenía mucho sueño y esta alarma me despierta de la nada. No sé la razón por la que dejé que Manuel, mi mejor amigo, grabara mi alarma con una voz bastante peculiar. Bueno, no lo dejé, él me arrancó el celular de las manos y me dijo que cada vez que me levantara iba a escuchar lo que escuchan en el cielo y honestamente tengo demasiadas preguntas para hacerle al respecto, pero sinceramente no sé si quiero la respuesta.

Bueno, hay para muchas cosas que no quiero una respuesta, saberlo todo cansa, a veces, solo a veces, la ignorancia es poder, y a mí eso me maravilla.

Mi querida gente de sea lo que sea que esto se convierta, mi maravilloso nombre es Viator, porque a mis padres se les ocurrió que un nombre bíblico que es muy poco conocido iba a ser el nombre ideal para mí, mientras mis hermanos se llaman Gastón y Mariana, de verdad que siento que me pusieron un peso encima al escoger mi nombre, no sé si porque quieren que sea el salvador de este planeta o porque quieren que me entere que definitivamente no fui tan deseado como me hacen creer.

Sí, tengo un complejo con mi nombre.

El punto es que nací hace ya un buen par de años, fue una batalla muy difícil el de competir con millones de espermatozoides y ganar para encontrarme con mi otra mitad, el ovocito. Fue muy duro, pero aquí estoy, finalmente.

Queridos y queridas y no, no puedo usar querides, es una ofensa contra mi lengua española preciosa y maravillosa, les quiero comentar que yo, Viator, estoy escribiendo esto como algo personal, como una especie de diario de lo que pasa en mi vida, pero sin poner tantos detalles como fechas y lugares y todas esas cosas sin importancia, quiero dejar parte de mi interesante y único legado escrito para que después, en sea lo que sea que esto se convierta, ustedes puedan disfrutarlo, ya sea leyéndome como si van a ver a un actor no tan atractivo como yo interpretándome en alguna película o como si alguien les está comentando sobre mi inigualable persona. Soy Viator y eso nada lo cambia.

Creo que esto ha sido suficiente para mi presentación mis queridos lectores de sea lo que sea que esto se convierta. Tengo que continuar con mi vida, eso lleva tiempo, más del que se pueden imaginar.

Cuando tenía 18 años me decidí por una carrera que me gusta, no me apasiona ni mucho menos la amo, pero me agrada, eso sí. Literatura ha sido una experiencia interesante, algo distinta a lo que me imaginaba, pero interesante al final del día. Es por eso que tuve que poner una alarma un sábado para leer todos los santos libros, que, obviamente dejé para último momento, confiando en que me alcanzará el tiempo y que voy a poder dormir todo lo que quiera, tremendo chiste acabo de contar, porque honestamente soy pésimo organizando mi tiempo.

No se metan a estudiar Literatura, cada personaje del que se enamoren lo acabarán odiando, pues al final se darán cuenta que todo tiene fin, incluyendo ese personaje que, aunque el escritor dedicara todo un capítulo a su respiración, tu intentarás entender que esa respiración te encantaría escucharla a tu lado cada noche mientras se acurrucan pensando en todas las maravillas que podrían pasar juntos.

Luego recuerdas que es simplemente un personaje ficticio y eso no lo mejora. Empezar otro libro llega a ser tortuoso porque simplemente no has olvidado a tu enamoramiento anterior, a quién te hizo soñar lo increíble, a quién te deleitó con un poco de tinta en un papel. Claro que te empiezas a recordar de tu ex y lo empeoras aún más. Ser lector no es fácil, querer ser escritor menos, pues solo sabes que lo lograste si tus lectores aman u odian a tus personajes y es darle sufrimiento, mucho sufrimiento a miles de personas. Aunque eso para miles de personas no debe ser difícil, vamos, es solo mirar el estado del planeta. Y tal vez nos guste el sufrimiento, o pensemos que lo merecemos por nuestras terribles acciones con nuestra Madre Tierra. La mente de los humanos es un diamante en bruto, pero el humano es una escoria ¿me hago entender?