introducción

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⚠️ mención de armas de fuego/ maltrato animal/ drogas / maltrato físico y mental.


Si le dieran a elegir al rubio entre ir a una aburrida reunión entre clanes, y estudiar matemáticas, el sinceramente se iría por los números. No era de su total agrado el asistir a aquellos lugares, y tampoco era solo porque asistían más ancianos que chicos de su propia edad o similar, para nada. Sino que era más bien porque se sentía incómodo entre tanto hombre morboso que le observaba el trasero y le ofrecían alcohol con dios sabrá qué incluido en aquella bebida. Era muy peligroso esos lugares para ellos, los omegas, y para gente que no sabía mucho de ese mundo en general.

Iba solamente porque su padre lo obligaba a asistir, en palabras suyas: "es para que vean al futuro de nuestro negocio y se vallan acostumbrando a ello", ¡que va, era una basura! El no quería eso para su futuro, más bien quería asistir a la universidad y tener un futuro exitoso, no tener las manos manchadas de sangre y vivir al pendiente de que no le disparen a la nuca y por la espalda. Desde pequeño, el omega vivía asustado. Era una desventaja al haber nacido en una familia de poderosos mafiosos. Eso y que su padre le golpeaba a menudo por su fuerte miedo a las armas y al sonido de estas, les tenía un terror atroz ya que le recordaban a la vez que su padre había asesinado a un pequeño cachorro frente a sus ojos. Era manchas, un perrito que le habían regalado para navidad.

Recordaba haber llorado por meses la muerte del animal, limpiando sus lágrimas en las faldas de su madre. Fue duro para un niño de tan solo siete años ver a un indefenso animal morir tan cruelmente sin razones. En dónde su padre siendo un sádico animal le había explicado que, así mismo iba a terminar si no se convertía en hombre pronto. Había sido tan explícito al decirle:

" Y yo mismo te pegaré el maldito tiro sino te apresuras y aprendes a usar una de estas, pequeño inútil. "

Y fue aún peor cuando conoció por primera vez La vi en rose.

Dios, ojalá nunca haberlo echo. Fue terrible para el. Horripilante. El prefería aquel tiro que volver a visitar un lugar tan perturbador como lo era aquel sitio obscuro y lleno de perversiones dignas del mismo infierno.

Sabía que si ponía un pie en aquella lujosa mansión, empezaría a botar ferómonas ácidas gracias a su miedo, e incomodidad al convivir con gente que no era de su agrado.


Pero por otro lado, tampoco era que tuviera voz en las decisiones que tomaba su padre con respecto a su futuro. El, siendo un omega en una familia de puros betas y alfas, en donde los pocos omegas como el escaseaban, no tenían voz ni voto.

Milagrosamente el podía elegir que usar. Si maquillarse o no(preferiblemente si), comer lo que quisiese a la hora que deseara. Etc. Pero de ahí a más.... para nada.

Se sentía casi un miserable, como una maldita marioneta que era movida a gracia solo de su padre. Se sentía enfermo. Ahogado, apunto de fallecer hundido en la mierda de su padre que le llegaba hasta el cuello.

Y se sintió aún peor cuando Yungho, su padre, le hizo saber que asistiría a esa "fiesta" para conocer al que sería su futuro marido. Sin hablarlo con el antes, como por lo menos para digerir la noticia tan repentina de que malditamente se casará.

Su padre le estaba ofreciendo a cualquier tipo en bandeja de plata solo por asociación o más poder.


𝑨𝒎𝒐𝒓𝒆 𝒎𝒊𝒐▪︎🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora