❝Dazai's The Type Of Boyfriend.❞

[018]

Dazai es el tipo de novio que
Te darías muchas indirectas para tener intimidad contigo. CofcofElDeliciosoCofCof

Dazai trataba de tener paciencia contigo, había jurado a sí mismo no tocar el tema de sexo contigo hasta que tú lo hicieras.

Pero parecias no tener interes de esa magnitud con él.

L

o provocabas sin saberlo. Aquella sonrisa inocente que le brindabas le hacía sentirse mal consigo mismo por sus sucios pensamientos.

Acomodabas el escritorio de Kunikida-Senpai ya qué tu adorado novio había desorganizado todo cuando consumio por accidente hongos alucinogenos.

Tu pérvertido novio concentro su mirada en tu trasero, que daba una maravillosa vista ya que estabas inclinada ligeramente.

— ¡Oh mi dulce y amada flor de loto!.— Exclama mientras coloca sus manos en sus mejillas maravillandose con la vista directa que le brindabas.— ¡Ay, qué curvas! ¡Y yo sin frenos!

Todos en la agencia detuvieron lo que estaban haciendo para mirar a tu novio de mala gana, a excepción de Atsushi y Kyouya que se miraron entre sí sin entender.

— Tienes cara de ser el 9 que le falta a mi 6.— Recibe un fuerte golpe de Kunikida que no toleró sus imprudencias y aquellos piropos de mal gusto.

Te giraste confundida para ver a tu novio tirado en el suelo con Kunikida encima de él, golpeandolo ligeramente.

Quitaste los audifonos que traías puestos para fruncir el ceño ante lo que veías.

—¡T/n-chan! Ayúdame, Kunikida no entiende lo necesitado que estoy.— Habla mientras unía las palmas de sus manos infantilmente.

— Oi-Mocosa, ¿Cómo puedes andar con esté imbécil?.— Habla Kunikida seriamente mientras señala con la mirada a Dazai.

No entendías nada de lo que sucedia.

— ¿Hizo algo malo?.— Confundida por la agresiva actitud del rubio supusiste que había algo malo.

Miraste como Ranpo se colocaba sus anteojos para en cuestión de segundos entender toda la situación y soltar una sonora carcajada.

— Digamos que está sufriendo los efectos del calentamiento global y está afectando nuestra calma.— Pronuncia Ranpo en doble sentido para no arruinar la inocencia del par que miraba confundido la escena.

...

Acomodabas un futon en el departamento de Dazai mientras tarareabas una canción. Dazai por lo tanto trataba una manera más clara de hacerle saber lo que pasaba por su mente.

No había alguna manera.

Observaste como Dazai bebía sake mientras estaba pérdido en sus pensamientos. Te sentaste al lado de él y en uno de los vasitos de vidrio te serviste un poco de aquel liquído y lo bebiste de golpe.

Dazai te miró con una divertida sonrisa.

— Mi cautivadora novia, estoy sufriendo de un delirio mar de pensamientos.— Pronuncia drámaticamente mientras se acuesta en tus piernas.— Y tu compañia me hace inundarme en el abismo del deseo y lujuria.

Lo miraste divertida. Te serviste un poco más de sake para igualmente beberlo de golpe.

— Estás muy raro, ¿Kunikida te dejo más idiota de lo que ya eres con tanto golpe?.— Hablaste divertida mientras acariciabas su cabello dulcemente.

Dazai inflo sus mejillas frustrado.
Te deseaba tanto y eso lo hacia sentir mal consigo mismo.

—  Me gustaría tener tu cuerpazo.— Pronuncia mientras se sentaba adecuadamente frente a ti para beber sake en tu compañia.

— ¿De veras?.— Le serviste sake mientras le sonreías.

— En mi colchón, claro.— Pronuncia divertido mientras brindaba contigo.

— ¿Estás tratando de seducirme para tener sexo?.— Pronunciaste sin vascilar. Dazai casi escupe el sake que tenía en su boca.

Tu honestidad y carencia de filtro en tus palabras le encantaba.
Pero en aquel momento aquellas palabras habían causando un sonrojo en sus mejillas.

— Eh, bueno...Sexo como tal, no.— Se rascaba su nuca nerviosamente mientras te veía mirarlo fijamente con una divertida sonrisa.— ¡Mi bella flor de loto! ¿Tendrías el honor de fundir nuestra alma y cuerpo en un acto de uníon física y espiritual, dejandonos consumir en la llama de amor, pasión y lujuria?.—  Te tomo de las manos mientras citaba aquella propuesta que tanto había querido decirte.

Tus mejillas ardieron ante la propuesta.

— No, Dazai.— Quitaste tu mano de la de él avergonzada.

Tu novio te miro y acaricio tu mejilla. Había sido descortez y eso se molestaba.

— Te esperaré el tiempo necesario, mi linda nov.— Lo interrumpes con un corto beso.

— No sé como hacerlo.— Respondiste avergonzada mientras le mirabas timidamente.— Pero sí quiero.

Aquellas palabras habían sido cómo música para sus oídos.

— ¿Estás segura?.— Pronuncia mientras te miraba fijamente. Asentiste con la cabeza.— ¡Te haré conocer el mismisimo paraíso de la lujuria

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¡Nos leemos después!