—Yo se que me entiendes.La mirada de Arioc hacia el contrario era demasiado seria.
—Ты для меня все, Мексика (Eres todo para mi, México)
Pegó su frente con la de él mientras su respiración estaba agitada, se sentia demasiado tenso, por algún motivo tenía ganas de apretar sus brazos.
—I don't want you to be disappointed in me.
Arioc hablaba en diferentes idiomas mientras veía a México, su entrecejo se mantenía en modo de preocupación y nerviosismo. Veía al tricolor sonriendo, como si se tratara de burlar de él y eso lo ponía inquieto.
La gente a su alrededor miraba extraña la escena, alejándose inmediatamente del lugar.
La voz ronca de Arioc salió a la hora de reír mientras su vista se dirigió al suelo.—Я тебе скажу секрет? (Te cuento un secreto?)
Se acercó hacia el mayor encorvandose un poco sin dejar de soñar pequeñas risas.
—Я рад, что мой отец умер ( Me alegra que haya muerto mi padre)
Dijo en susurro sin quitar la boba sonrisa de su cara, llevó su dedo índice a sus labios como forma de "silencio"Arioc empezó a tambalearse sin dejar su posición.
Finlandia que vió a su amigo a lo lejos inmediatamente se dirigió a él.
—Löysin vihdoin sinut (Al fin te encuentro) suspiró, su amigo había salido sin darse cuenta de aquel bar.
Al notar que su compañero estaba hablando enseguida alzó una ceja y con preocupación trató de ver con quien hablaba. —Mitä teet? (Que haces?)—Hablo con México.
El blanco parpadeo varias veces viendo a todos los lados hasta que finalmente se centró en la mirada de Arioc, el se estaba mirando fijamente al espejo, no había nadie. Ésto le empezó a preocupar sabiendo que su amigo pudieron o más bien lograron drogarlo, suerte para ellos que el auto de él estaba cerca en caso de emergencia.
—Arioc, on peili, Meksiko ei ole. (Es un espejo, México no está)
El nombrado miró por fin a Finlandia quien tenía en ceño fruncido, vió frente de él un espejo de cuerpo y ahora sólo se vio el mismo. Sus ojos de cansancio se notaban mucho, la gente que pasaba tras de él miraba con extrañeza y miedo. Pegó su frente al espejo mientras contenía las ganas de llorar, mordió su labio y apretó sus puños.
El entendía como se sentía pero por más que quisiera ayudarle era imposible, había cosas tan profundas que pensaba sobre México que realmente le sorprendía y daba cosa.
Ya no sabía si Arioc era afortunado de tener a México o viceversa.
Arioc podría tener a quien sea, comprar lo que sea, pero se complicaba demasiado.
Pero había una excepción y ese era México.
—Soy un asco de persona ¿Verdad? —sollozaba mientras miraba al suelo aguantando las ganas de romper en llanto.
—Tietenkin, kuten minä ja kaikki (Por supuesto, como todos.)