F*ck Me Daddy -. Jainico ;; Extras

Extra; Menor o igual que

Si no te gusta las relaciones con una gran diferencia de edad, entonces no leas.
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Episodio seis; Menor o igual que.

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Mayor.

Al gruñón le encanta la comida picante, el alcohol, los debates o mejor dicho, discusiones y aprender de los errores. Todo lo que a la mayoría de los adultos les atrae.

Mientras que al moreno le gustan las golosinas, seguir instrucciones y tratar de no equivocarse con nada, por miedo a la decepción o a los nuevos sentimientos que le traerá la vida.

Hasta ahora los dos son muy opuestos.

Pero a Jaime no siempre le gusta lo mejor o mayor. En tema de edad y relación... Le gustan menores o igual que su edad.

No, no es un pederasta que es capaz de violar a un niño de cinco años, no. Le atraen los jóvenes de 13 –17 años, un acto ilegal, sí.

A la ONU no le gusta esto.

Jamás obligaría a uno de sus estudiantes a tener una relación o pasar un buen rato por satisfacer sus gustos, claro que no.

Pero como no resistirse ante ese moreno, un adolescente que tiene sus hormonas como locas, un pendejo que se ríe de tallas estúpidas o por una palabra sexual como: "pene" o "vagina".
Ese niño que pronto será un hombre con metas y cargos en su vida, un niño que lo provoca con otras intensiones que pasarían a mayores.

Sí, ese es el famoso estudiante Nicolás Gaule de octavo básico. Con 14 años de edad, cerca de sus quince –ya que repitió un curso cuando era pequeño–.

Se sentía un pedófilo, pero le atraía bastante y al parecer, el chiquillo le correspondía la atracción de igual manera. Tan sólo con 32 años de edad, tenía todavía una vida por delante, no quería ir a un juicio, donde la policía o a la cárcel.

— Anoten bien la fórmula, aunque sea básica, puede que la necesiten en un futuro —.dice Navarro mientras se sienta en su escritorio para corregir pruebas de los demás cursos.

La sala era un asco, el olor a cuerpo sudados y a mal olor era una clara señal de que esos pendejos necesitaban un baño y urgente. Eran todos hombres, ningún alumno del salón y del establecimiento era del sexo femenino, ni los profesores.

Y al parecer, la ausencia fémina era atroz...
Aunque si hubieran mujeres, sería igual.

El bullicio o mejor dicho, los gritos reventaban los tímpanos de Navarro, las risas lo desconcentraban y ni hablar de Nicolás, que lo seducía desde la primera mesa frente a su escritorio de profesor.

El pobre lápiz estaba siendo mordido por un moreno, que miraba profundamente a su profesor coquetamente. Su lengua de vez en cuando jugaba también pero no quería hacerlo tan obvio, ya que no estaba solo con su profesor en el aula.

— Nicolás, ¿Está anotando? —.le "llama la atención", subiendo sus lentes para acomodarlos en su nariz.

— Anoté lo' puros mayores —.saca el lápiz de su boca y mira su cuaderno mordiéndose los labios.

— ¿Y los menores o los iguales a? —.

— ... No los quise anotar, no me gustan y son muy fáciles —.dejó su lápiz de lado, esperando a que su maestro cayera en la trampa.

— Los mayores igual —.bingo, cayó en el juego de palabras. Nicolás lo mira tratando de ser seductor y darle a entender que la frase tiene un doble sentido.