Two Wish | ZodiacoGay

The deer does not fall into the pit by accident.--

9| El ciervo no cae al pozo por accidente.

[Sagitario en multimedia]

Un suspiró ahogado salió de los labios del pelirrojo, estaba tan concentrado en el besó húmedo que no le importa realmente qué hora fuese, había pasado casi 3 día sin sentir los labios de su novio y le estaba realmente volviendo loco el no poder verle o tocarle en público, el espacio dónde estaban era realmente estrechó, pero dejo de lado cualquier contacto con el exterior. Enredo sus dedos en el cabello castaño del centauro, el aroma del champú de su pareja le lleno incluso de más deseo mientras llenaban un baile de besos y mordidas, que hacían jadear a Sagitario la forma tan salvaje que le había besado le volvía un completó desastre en cuanto comenzó un simple roce. El último signo de fuego seguía sentado en las piernas ajenas, disfrutando del contactó tan grato de sus labios contra los de su novio, movimientos tan obscenos, y sonidos que se podían mal pensar. El mejor momento que podían tener era en la intimidad, pero a veces ambos no deseaban solamente verse para eso, no eran solo compañeros sexuales y era algo que los anillos en sus manos izquierda confirmaban. Sagitario abrazó con fuerzas y posesión la espalda del Chico que besaba. No iba a negar cuánto amor sentía por Aries, cada día que pasaba se sentía más duro no verle, muchas veces deseaba dejar la compañía para no importarle su imagen, pero no era solo su imagen su Pelirrojo también debía mantener una, cuánto todos sus pensamientos paseaban en eso, dejo de disfrutar el besó, se puso completamente tenso, y eso era algo que en el tiempo que mantenían de relación el Carnero lo identificaba de inmediato. Aries se alejó luego de qué dejara de sentir ese interés en seguir manteniendo el beso por parte de Sagitario, aquel se sorprendió, abrió grande sus ojos negros para ver los iris azules de su hombre con pecas.

—Yo quiero hacerlo—. Susurró, sabían bien dónde se encontraban, no podían arriesgarse, pero se volvía aún más peligroso y eso les llenaba de deseo a Ambos. —Aries... —. Jadeo a propósito llevando sus manos al borde de su suéter, alzando lentamente la tela, la piel de su estómago era expuesta algo que hizo sonreír al pelirrojo. —Hagámoslo aquí.. — Su voz era baja, pero era audible, hablo justo al quitar su suéter blanco y mostrarle su pecho desnudo ante la atenta mirada del Carnero.

Quería olvidar la preocupación que sentía, y unirse en el amor y placer que le ofrecía su amante. Por su parte Aries no podía negra que, aunque hubiesen tenido sexo muchas veces en todo ese tiempo junto, y hubiese visto a Sagitario más de una vez desnudó, pero no podía negra que para sus ojos era la obra de arte más hermosa, incluso si el bajaba o subía de peso, Ese castaño era bellísimo ante sus ojos. Tomo las mejillas del chico enteré sus manos, y beso su frente, haciéndole ruborizar mientras Acariciaba sus mejillas de una forma delicada. Se deseaban tanto o al menos eso transmitían con esa simple mirada que se daban, los ojos llenos de ilusión del castaño parecían dar órdenes al más joven de los dos. Aries le volvió a besar, un beso lleno de intensidad, cerro sus ojos, disfrutando es toque majestuosos, tan suave, como una corriente en todo su cuerpo al momento de sentir sus bocas encajar tan perfectamente. El Centauro sostuvo con fuerza la camisa blanca de su novio dejando sus uñas sobre sus omóplatos inconscientemente entre la prenda, se embriagó con su olor y la presión de sus uñas logro hacer a Aries  gruñir  entre el beso. Lentamente movió sus caderas sobre la entrepierna del chico, al momento que el pelirrojo acarició sus muslos y sus manos tocaban sin ninguna vergüenza sus glúteos sobre la tela, no era la primera vez, pero se sintió muy avergonzado, su rostro de había teñido de un rojo, aún entre el beso que se tornaba una lucha húmeda.

Escuchó el clic del botón que a resguardar sus pantalones de mezclilla. Se estremeció al momento que Aries dejo una suave mordida a su labio inferior, llevo sus manos a enredarse entre el cabello rojo de su novio, movió sus caderas sobre el pantalón de algodón de un color azul oscuro, lo sentía, la clara erección de su novio siendo acariciada entre le tela.