Prólogo

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-¿Estás loca?! – Grito mi mejor amiga Carolina

- ¡Tampoco es para tanto!, ¿sabes? Estamos en el siglo XXI, además al paso que voy me terminaran canonizando... Me imagino el alboroto, ¡Oh santa Lucia!, alabada seas!.

- ¡No exageres!

- En serio Caro, pronto vamos a terminar la Universidad y yo sigo tan pura, como el día que mi Santa madre me trajo al mundo!

-Y eso qué? Lo único que quiere decir eso, es que eres una chica decente, que no centra su vida en el sexo!

- Ay! Por favor Caro, parece que estuviera hablando con mi abuela... y déjame decirte que ella es la más preocupada con mi condición!

-Tampoco es para tanto – Si eso dice ella pero puedo ver como rueda los ojos! Además no me puede culpar por la decisión que estoy tomando, cuando ella ha sido de las personas que más presión me han metido. Y es que por Dios! Tenemos 22 años y ella hace muuucho que perdió su "tesoro" en la parte trasera del auto de un chico que estoy segura ni recuerda su nombre!

-Cada vez que mi abuela me ve, me recuerda que se me va a "pasar" el arroz! Y la verdad es que creo que tiene razón- mi abuela siempre tan querida!, nunca pierde el tiempo para intentar emparejarme con el nieto de alguna de sus amigas, lástima que nunca le funcione.

-Oh cariño- Caro me abraza y deja que saque un poco toda la frustración que siento, sin embargo aprovecha para intentar hacerme cambiar de opinión 

– Pero...¿no te parece que pagarle a un hombre es una pésima idea?

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Escribi parte de está historía hace muucho tiempo en fanfiction... Espero les guste!

Virgen a los 25Donde viven las historias. Descúbrelo ahora