Conocerte

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Cuando nuestras miradas se encuentran no puedo evitar sentirme avergonzada, es la primera vez que asumo las implicaciones de lo que estoy a punto de hacer. El tipo es hermoso, sexy... caliente... y me entran unas ganas tontas de reírme o llorar!... 

Estar aquí es surrealista , estoy a punto de perder mi "honor" con el tipo más deliciosamente atractivo que he visto... y estoy asustada ... casi puedo oler mi propio miedo y ... mi excitación... No soy capaz de moverme, las rodillas me flaquean, la piel me arde y tengo la garganta seca.

Se acerca con caminar pausado y elegante, casi dándome tiempo a salir corriendo, pero no atino a mover mis pies; su olor es embriagante, te invita a pecar. Y su aliento ...mmmm...

-Muchas veces lo que no se halla cuando se busca...- su voz suena intrigante, seductora

-...Sale al encuentro cuando no se busca... - Respondo sin ser consiente de mis palabras y confirmando que este hombre es quien me espera esta noche.

No sé, sí es mi imaginación o solo un intento de mi inconsciente para protegerse pero siento que cuando me mira, hay más que solo aprobación en su mirada; algo primitivo, oscuro, algo que promete... De pronto sonríe y se con certeza que haré todo lo que él quiera... al menos está noche.

-Aprovechemos el tiempo linda – Suena como una sugerencia, pero veo en sus ojos que es una orden. Me ofrece su brazo y el solo contacto hace que sienta mariposas en el estomago, siento unas ganas locas de echarme a su yugular y lamer su extensión. El trayecto desde el lobby hasta la habitación es desesperante, me siento ansiosa, nerviosa y casi como deben sentirse los animales en celo. 

La mirada de una mujer de mediana edad que comparte el ascensor con nosotros parece entender la situación, casi quiero rogarle que no le cuente a mi mamá. Luego pienso que estoy siendo ridícula, no conozco a la mujer, seguramente ella ni siquiera nos mira y además no es como si estuviéramos dando un espectáculo...hhmm.. a pesar de que la mano de mi acompañante cada vez se encuentra más al sur.

Las manos me tiemblan y no soy capaz de acertar la tarjeta de entrada en la habitación, Prometeo (Que es su Nick en la agencia... eeeehhh!...) toma la tarjeta y con sutil maestría nos conduce por la habitación, es ridículo pero siento celos de saber que está no es... su primera vez...

Lo que me recuerda, que él no sabe que está, Sí, es mi primera vez... sonrió falsamente y decidó que al menos por un rato, él no debe saber que ni mi primer beso he dado. El ambiente es un poco raro una mezcla de frustración y deseo, no soy capaz de dar el primer paso.

- ¿Como quieres que te llame? – Me dice esa bonita voz que apenas si he escuchado.

Mmmm... no había pensado en eso, sin embargo el estupor me gana y decido que al menos quiero escucharle decir o gemir mi nombre esta noche.

- Lucia – Mis mejillas se encienden y me siento como una colegiala.

- Lucia – repite e inmediatamente besa mi mejilla con un beso que se torna poco casto y que me recorre el cuello.

-Definitivamente, sabes como una Lucia- Sonríe contra mi piel y baja hasta el valle de mis senos.

- Hhmm – Emito un quejido lastimero y pienso que yo también quiero gemir un nombre real y no el nombre de una divinidad griega, que suena como el casting de una película porno de baja categoría.

-   Y tú... ¿como quieres que te diga? – digo con la garganta seca

- Dime como quieras preciosa, esta noche soy todo lo que tú quieras que sea – Su respuesta no me convence, no me gusta. Así que insisto

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⏰ Última actualización: Jan 30, 2020 ⏰

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