Hey, espera

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-Siempre tan gracioso Damian.-se sirve Dario una copa.- ¿Tienes idea lo que puede causar esta decisión a estas instancias?.-toma un sorbo de ella.

-Si, tengo en cuenta en lo que puede afectar, pero hay otros inversionistas que pueden suplir ese cargo.- suena mi móvil pero lo ignoro.

-Ya estamos cerca para que se estipule el convenio y de por si quieres sacarlo, ¿Por qué? ¿Te quito a una de tus conquista?.-tenso mi mandíbula para no decir algo.-ya sabes que placer con negocios no se mezclan.-termina de tomar su copa.

-A Jason le podrás decir eso, pero a mi no, yo nunca mezclo esas cosas, solo lo quiero legos de mi empresa. -me acerco a él.- la empresa de mi padre, quédate grabado eso, así que buscare a otra persona.-me retiro inmediatamente y veo que en la pantalla e mi celular figura el numero de Ernesto.

-Hijo.-baja por las escaleras mi madre.-¿Ya te vas?-me dice bajando el ultimo escalón.

-Tengo que arreglar unas cosas de la empresa de último momento, no te preocupes.-digo sujetando sus suaves manos.

-Entiendo, solo ven a visitarme más a menudo ¿Si?-abrazo a mi madre y le doy un beso en su frente.

-Lo haré, no tengas duda. -me retiro de la casa y voy directo a mi auto.

ALBA

-Gracias Ernesto.-cierra la puerta del auto.

-No hay problema, no se olvide que después del almuerzo vendré para llevarla a la empresa.-asiento con la cabeza.

-Claro, adiós Ernesto.- me dirijo luego a abrir la puerta y paso sin hacer mucho ruido para no despertar a mi Nina, paso con cuidado y suena mi móvil, la acción mas rápida para que deje de sonar fue responder la llamada.

-¿Si? Alo.- no responden al otro lado de la línea.-bueno.- al no responder nadie corto la llamada y voy a mi cuarto a quitarme todo el maquillaje y volver a ser yo.

Al día siguiente...

-Alba, dios esta niña que todavía no ha....-baja Nina y me ve en la cocina.

-Buenos días Nina.-me acerco y le doy un beso en la mejilla.-Siéntate te prepare tu desayuno.-acerco una taza de jugo a la meza.

-Gracias.-Nina dice sujetando su taza.-pero igual dime a que hora has venido ayer, te espere.-coloco las tostadas en la meza.

-Si Nina lo siento, solo que se me borro el trabajo y tuve que hacerlo nuevamente.-tomo un sorbo de mi café ocultando mi mentira.

-Esta bien, te creeré entonces.-da un mordisco a sus tostadas.-Te salieron bien.-le doy una leve sonrisa.

-Mi arte culinario solo es para personas especiales como tu.-voy y le regalo un abrazo a Nina.

- Pero que afortunada soy entonces. -da una leve carcajada mientras la tengo en mis brazos.

-Antes que me olvide.-hago leve mi abrazo.-después de almorzar voy a ir a la empresa donde trabajo.-termino por soltar mi abrazo.

-¿Trabajas hasta los domingos?-pregunta y yo tenso mi mandíbula, haber que cosa le digo.

-Si.-muevo mi cabeza con todos los nervios por el no querer que Nina se entere en que trabajo.-Dire no, solo que hoy creo que me van a dar mi horario ósea, si turno de la noche pero que días.-Nina arquea una de sus cejas.

-Como digas.-da otro sorbo a su jugo y yo hago lo mismo para tapar mis nervios por mentir.

-Voy a salir un rato al supermarket para comprar algunas cosas.-llevo mi vaso con algo del jugo que sobre, luego voy a cambiarme para ir al super.

En el camino...

-Ok tengo que comprar algunas frutas, alimentos con mucha vitamina, orgánicos, había algo mas.-recuerdo en voz alta y cruzo la pista sin ver y me detengo bruscamente.

-¿Por qué no miras el semáforo?-dice un tipo con lentes oscuros, creo ya lo había visto en alguna parte; frunzo el ceño.

-Solo no me di cuenta.-volteo mi mirada porque ya me acorde quien es y sigo caminando.

-Hey, espera.-dice y yo muy torpemente obedezco.-La italianita, ¿verdad?-baja de su auto.-Perdon, ¿Alba?.- volteo y se saca los lentes oscuros que cubrían sus ojos.

-Si, y tu el chico del bar.-levanto mis cejas de manera de saludo.-gusto en verte ya me tengo que ir.-digo y cruzo la pista sin voltear a verlo.

-Igual, gusto en verte.-escucho su voz a lo lejos.

Ya en el super tomo un carrito y llevo todo lo que necesito y de repente suena mi móvil.

-¿Alo?-respondo mientras estoy en el área de lácteos buscando los productos adecuados para Nina.

-Alba, soy Damian.-mi atención recae más en envase orgánico de yogurt.

-Si, dime.- respondo mientras leo el contenido del yogurt, ahí pueden notar mi notable interés.

-No olvides que Ernesto pasara por ti a las 3 de la tarde.- hago algunas muecas que hacen gracia a una niñita en el carrito que estaba a mi costado.

-Lo tengo apuntado en mi agenda. -digo sarcásticamente.

-Donde lo tengas apuntado solo no te olvides, no quiero que hagas esperas mucho a Ernesto, tiempo es lo que no tengo.-Tal parece que mas que su adorno para sus eventos, soy la persona con quien se desfoga en sus días jodidos.

-Como digas, nos vemos después .-cuelgo rápidamente para no seguir escuchándolo.

Terminando de comprar las cosas para Nina y voy de regreso a casa para preparar algo.

-Nina ya volví.-saco la llave de la puerta y dejo las cosas en la alacena de la cocina.

-Si linda, ya bajo.- baja Nina y se va directo a la cocina.- ¿Recuerdas la pasta del abuelo? Me anime a prepararlo.-voy a la cocina a darle un vistazo.

-Apuesto que te quedo igual que al abuelo.-digo mientras saco las cosas de las bolsas.-Compre algunas cosas para ti, todo orgánico.

-No tenias porque hacerlo, recién estas comenzando a trabajar.- dice con una voz algo apagada.

-No te preocupes Nina.-le doy un abrazo.-ahora a probar la pasta que se ve tan apetecible.-trato de cambiar el tema.

Terminamos de almorzar; acompaño a Nina a su cuarto para que pueda descansar un poco y luego recibo una llamada a mi móvil.

-Si, alo.-respondo mientras voy a mi cuarto ya para cambiarme e ir a la empresa.

-Dentro de 30 minutos Ernesto te va a recoger, espéralo afuera para apresurar tu llegada.

-Esta bien, ¿Algo más? -coloco algunas en la cartera que voy a llevar, entre ellas su saco de ayer.

-Solo es eso, te veo después. - dice Damián y corta rápidamente.

Después de cambiarme decido tomar un poco de aire afuera mientras espero a Ernesto; y de repente se para un auto, pensando que es Ernesto me acerco.

-Creo que llegaste algo...tu no eres Ernesto.-frunzo el ceño.

-Creo que no.-dice Jason algo sonriente.-veo que vas a la empresa, vamos te llevo.-sale de su auto y abre la puerta del copiloto mientras yo cruzo mis brazos.

Solo te queda aceptarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora