Fuck Friends |JJK;;PJM|

Bebidas

Capítulo 3:
Bebidas.

[Tuve un amante del verano en Nueva Orleans
Lo mantuve caliente en el invierno, lo deje enfriar en la primavera
Vaya, vaya, cómo pasan las estaciones

(...)

Me pongo en alto y me encanta bajarme
Así que los corazones se rompen, y las cabezas simplemente ruedan

(...)

Sabes que así es como va la historia]
      
                    —Ex's & Oh's —Elle King

—•—

Gloss es una bomba. Esto, dicho, no de mala manera, sino que al contrario de una manera excelente.

La gente se divierte y baila con total libertad, beben en paz—puesto que los borrachos agresivos o molestos, son despachados enseguida de aquí— y no pasan ningún mal rato, al menos, no uno relacionado con el bar en sí o algunos de mis empleados.

— Hey. — saludé, entrando al "área musical", área perteneciente única y exclusivamente a Min Yoongi. Y a veces, a su remplazo.

— Chris.— saludó, sin despegar su vista de aquellos controles.— ¿Qué quieres?

— Nada realmente, ¿Qué quieres tú? — cuestioné.

— Whisky y un sándwich.— asentí.— Y quizá compañía.— alcé ambas cejas al tiempo en que una sonrisilla se hacía presente en mis labios.— No te hagas ilusiones, Chris.—bromeó con un gesto apático.

Asentí sin borrar mi sonrisa.— Vuelvo en diez.

— ¡Que sea en cinco! ¡Tengo hambre...!— medio grito. 

Salí del salón con la sonrisa emocionada en mi rostro. Y es que no puedo evitarlo, Min Yoongi quiere pasar tiempo conmigo.

Se lo que deben estar pensando ahora, que estoy enamorada de Yoongi. Dejenme decirles que no, no es así en lo absoluto. Min Yoongi para mí es como una especie de ídolo, ¿Vale? Es un hombre al que admiró y respeto mucho por su historia e ideología de vida, además de todo lo que ha hecho por mí. Es como un mentor y muy buen amigo para mí.

Él es un hombre con un corazón de oro, es alguien demasiado bueno para este mundo a pesar de su coraza de chico duro y frío, y de su personalidad distante. Lo sé porque lo he visto con mis propios ojos, he visto como actúa, lo que ha hecho. Y es alguien digno de ser admirado.

Y a pesar de que dice disfrutar la soledad, hay ocasiones como esta, en las que requiere de compañía, una mano amiga que la escuche y aconsejé. Precisamente por eso estoy emocionada, porque me alegra saber que confía en mí lo suficiente como para contarme sus problemas o como para considerarme alguien digna de verlo en sus momentos más duros.

— Jefa.— saludó uno de mis tantos empleados al verme en la cocina del bar. Asentí en su dirección para después seguir con mi tarea de preparar los sándwich para mi y mí amigo.

— Eh, tú.— llamé al chico con antifaz negro y dibujos burdeos delicada, y perfectamente mente dibujados. Chico al que después reconocí como ChooSang. — Traeme una botella de whisky y dos vasos.

— Sí, jefa. —asintió.

Tras haber preparado las cosas, las subí con una bandeja. Para mi suerte, nada cayó por accidente.