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Al día siguiente se levantó muy temprano y se enfundó en su ropa deportiva, con muy buen ánimo. Ni encontrarse con Stark y sus estúpidas bromas le harían quitar esa sonrisita de sus labios.

Comenzó a calentar haciendo estiramientos y un poco de Yoga. Cuando estaba en una posición sugerente y algo comprometedora, llegó a ella el aroma a un desodorante corporal que conocía muy bien.

Natasha no dijo nada, fingió no darse cuenta, pues tenía puestos los earpods y los ojos cerrados. La playlist había terminado un rato antes, por lo que pudo escuchar cada uno de los movimientos de Steve por el gimnasio.

Cuando llegó, la encontró en la postura del perro boca abajo, agachada con las piernas abiertas y tocando el suelo con las yemas de sus dedos, luego un par de minutos después cambió a la de perro boca arriba, bajando para pegar el vientre contra el suelo y levantar la parte superior mientras se sostenía con los brazos. Luego finalizó con la postura de el niño, como si hiciera una reverencia, postrada sobre el tapete.

Al levantarse y abrir los ojos, se encontró con Steve viéndola fijamente. Natasha pudo ver como algo comenzaba a despertar en los pantalones del rubio, pero no hizo ningún comentario, no era parte del plan por lo pronto.

—Hey, no me di cuenta de que habías llegado— Se quitó los pequeños aparatos de los oídos y los mostró como excusa— No te ves bien ¿Mala noche?.

—No pude dormir mucho, cuando por fin lo logré, la alarma ya estaba sonando— El sonrojo en sus mejillas le confirmó a la pelirroja que si había estado atento a los sonidos en su habitación y sonrió complacida con el hecho.

—Que mal, yo dormí como un bebé— Dijo agachándose para enrollar el tapete y darle una vista amplia del contenido de su top— Te dejo tranquilo, iré a correr un rato.

—Tu... ¿irás así?—Preguntó contrariado.

Bueno, quizá la ropa estaba un poco más reveladora de lo normal, pero nada descabellado para no levantar sospechas.

—¿Hay algo mal en mi?— Preguntó con falsa preocupación, viéndose de arriba hacia abajo.

—No, no... pero afuera está fresco.

—Oh, no pensaba salir... solo iré a la corredora— Comentó— Olvidé la crema bloqueadora y no quiero terminar con la piel roja.

—Oh, okay.

Además, solo es el comienzo de la tortura, pensó Natasha.

Se subió a la máquina, que daba frente al área en la que Steve golpeaba el saco de boxeo y comenzó a programarla. Se colocó de nueva cuenta los audífonos y reprodujo una nueva lista, luego dejó el móvil en el portavasos; Segundos después inició caminando para aumentar gradualmente hasta correr a velocidad media.

El rubio golpeaba distraídamente el saco, mientras veía los atributos más sobresalientes de Natasha subir y bajar en un movimiento sensual y casi hipnótico.

Esa mujer lo estaba matando.

Nat sentía ese par de ojos azules escanearla y recorrerla con pena, así que se dispuso a leer su correo pendiente, para evitarle la pena de ser atrapado viendo. Cuando comenzó a sonar la siguiente canción en la lista, sonrió y disfrutó de cada una de las estrofas; eso le dió algunas ideas más para su elaborado plan.

You're so fine
And you're mine
Make me strong, yeah you make me bold
Oh your love thawed out
Yeah, your love thawed out
What was scared and cold

Like a virgin
Touched for the very first time
Like a virgin
With your heartbeat
Next to mine

*

Like a VirginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora