Tal vez no fue buena idea.
Él jamás trató con sexo telefónico, pero podía vivir con ello. El problema estuvo en que cada noche y durante dos semanas se quedó mirando la punta sobresaliente de su cama donde Jimin se folló.
Jungkook había ayudado a tomar pollas gordas y se enorgullecía del resultado apenas doloroso que logró gracias a sus consejos, pero esto era un mueble, algo muy alejado de la vida donde todo el trabajo tuvo que hacerlo Jimin y eso le molesta. Su hermano merece a alguien apasionado como él, atento a todos los detalles para brindar el máximo placer, vivo y cuidadoso.
Piensa en los solteros (y solteras) que conoce y cuando tiene candidatos en mente su número de errores crece. Involucrarse en las relaciones de Jimin, jugando al casamentero, es terrible. Él es un chico grande (eso ya lo tiene bien en claro), guapo, inteligente y buen compañero sexual. Podrá conseguir una pareja por sí mismo y cuando la tenga Jungkook brindará su máximo apoyo.
— ¡Jungkook! —Yoongi grita y nota que (otra vez) se quedó mirando la cama. Vino a su habitación por toallas luego de que un borracho Myeong rompiera unas botellas y el cilindro de madera lo había hipnotizado. ¡Maldita sea!
Esa tarde de jueves Yoongi llegó al departamento para festejar la partida de sus suegros, Taehyung se les unió luego de dejar a sus padres en el aeropuerto, Myeong llegó entrada la noche exigiendo su carta de asilo y Jungkook no negó a nadie. Por lo que su tarde se convirtió en una noche de bebidas suaves, pero nadie advirtió cuánto bebió Myeong hasta que se escuchó un estruendo peligroso desde la cocina.
Cuando Jimin entra con su llave y encuentra a los tres tratando de hacer que Myeong dejara un ataque de nervios (que tampoco nadie previno) tienen casa llena.
— ¿¡Que pasó!? —llega hasta su hermano e intenta tomarlo del brazo. Myeong parece a punto de llorar.
— Jimin, en serio, no sabemos qué sucedió —Jungkook toma la palabra, culpable. Todo era risas y charlas para un momento después este arranque de violencia.
— Tomó demasiado —dice Yoongi— Siquiera recuerdo por qué vino a la cocina, en el sillón teníamos suficientes bebidas.
— Hablábamos de lo más bien y él solo se fue —Jungkook recoge el gran pedazo de vidrio antes de que ocurriera un accidente.
— Específicamente, ¿De qué hablaban? —Jimin se detiene ante esa información y exige desesperado.
— ¡Nada importante! —Min hace gestos con la mano— Taehyung me molestaba por los condones que guarde en la habitación de Kook y todos reíamos.
Jungkook puede ver el momento exacto en que Jimin entiende y pide que los dejen a solas. Quiere refutar, pero Yoongi lo saca de ahí más perdido de lo que estuvo en un principio.
— Gemelos —susurra, cerrando la puerta— Solo dales su espacio.
— Nosotros mejor nos vamos —Taehyung rodea a Yoongi en un abrazo de lado— Llámanos si Jimin no puede con él, pero creo que lo hará.
— No te culpes, Kook —pide Yoongi, conociéndolo.
Cuando la pareja se va, Jungkook recuerda los preservativos y, después de todo lo vivido, merecían completar el producto de su celebración. Corre por ellos y los alcanza en el vestíbulo. Yoongi casi lo asesina, pero Taehyung agradece y se los lleva.
Jungkook sube y se dice que todo estará bien. Él es su hermano mayor y lograrán resolverlo entre los tres.
Encontrar a Myeong medio dormido sobre las piernas de Jimin y en pleno sofá lo tranquiliza. Busca almohadas y se las pasa en silencio.

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Un juntos. [Kookmin]
FanfictionJungkook no es sexólogo, pero sabe cosas. Él es un Consultor Sexual que ayuda a parejas inexpertas en el motel calle abajo de la carretera principal. Jungkook también es asexual y hermano mayor de gemelos que no se parecen en nada. Jungkook es un ta...