Aun estando con él, entregándome a él, viviendo por él, me sentía sola, era mi mejor amigo, mi confidente, mi amante, el hombre a.quien le brindaba todo de mi. Me hacia feliz, me hacia sentir especial, pero luego una más.
- hola mi preciosa, como estas?- decía mientras iba a su cuarto. -bien- 'miserable'- y tú? - muy bien mi preciosa.- como estuvo tu día en la oficina? - sí, vivíamos juntos, hacíamos de todo juntos, pero pues, nadie lo sabia. - bien, conocí una nena hermosa, vendrá mañana después de la oficina.
'QUÉ? COMO QUE TRAERÁ A UNA ZORRA A MI CASA? A NUESTRA CASA!!!' -Ah! Genial, espero que se lleven muy bien- Sabes lo que le haré- dijo mientras me daba un beso en mis labios, ya había salido de su cuarto, estaba sin camisa, por que adoraba verlo así, unos short por el calor, se sentó en el sofá y prendió la televisión. Le lleve un poco de comida y vimos películas hasta el anochecer.
-es muy tarde, debes dormir- le dije, siempre tan considerada con él. -bueno mi preciosa- me beso y se fue.
Levante los trastes, los lavé, y me quede pensando. 'Que idiota soy, que idiota soy, por qué siempre pienso que se quedará solo conmigo?'.
Me fui a mi habitación y ahí me quede, pensando todo lo que había hecho, todo lo que he dejado de hacer, deberé de cambiar, con este idiota no me puedo quedar.
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Un deseo más.
Romancelo triste de todo es que ella cayó en la rutina de estar con él,aun sin tenerlo,de verlo,de quererlo,de tener que compartirlo yde amarlo en secreto,por que todo era "placer carnal" como ella valientemente se atrevía a clasificar tratando de ignorar...