Era usado antiguamente como símbolo de poder y honor, de pureza de cuerpo y alma, sobre todo en los escudos de las familias más poderosas.
Jungkook soltó ligeras risitas, intentando cubrir su boca con sus pequeñas manos e intentando permanecer escondido de su madre. Habían llegado al recinto como todos los martes y jueves para que Jungkook tomara sus lecciones de piano, un amigo cercano de la familia se encargaba de darle no solo esas clases musicales en particular sino que también le otorgaba clases de etiqueta. Para Jungkook en verdad no era de gran agrado estar allí desde las diez de la mañana, el instrumento de cuerdas tampoco lo emocionaba, eso era algo que iba más con el estilo de un hyung que tenía más que para él.
Por ello Jungkook se escondió entre la gran casona.
La familia de Jungkook era poderosa, una de las grandes familias más influyentes en términos de política y otras cosas que a Jungkook no le interesaba aprender. Desde que recuerda todos le han dicho que será un gran alfa dado a su personalidad traviesa y gran ingenio para lo que le era interesante.
"Inteligente más no estúpido señores."
Era lo que siempre pensaba el pequeño Jungkook de nueve años.
Así que, decidido a no tener más clases de piano, a penas vio que su madre se acercó a la misma señora de siempre a cotillear sobre vidas ajenas, Jungkook aprovechó la oportunidad para desaparecer y esconderse entre una de las habitaciones de la casona. No temía encontrar gente en las habitaciones ya que el recinto se ocupaba para tomar lecciones y talleres, no era un lugar en donde se podía alojar (al menos con las modificaciones que tenía, no en ese momento), así que se mantuvo en la primera habitación que encontró, hasta que el silencio y la soledad comenzaron a aburrirlo y salió cuidadosamente, vagando entre los pasillos intentando encontrar una actuvidad interesante que realizar.
Llegó a un largo y angosto pasillo, de estilo clásico y paredes de color menta. De allí, provenía una suave música, delicada y grácil que atraía a Jungkook como un imán. Curioso, sus grandes ojos estrellados lo guiaron hasta llegar a una habitación, en donde la puerta tenía una pequeña ventana vertical en la que Jungkook tuvo que pararse de puntillas para apreciar mejor la vista de aquella música que lo alentaba a mirar.
Jungkook sintió que el mundo tomó otro color y que todo se volvió más brillante.
Sus ojos observaban maravillados las chicas en fila, danzando sutil y delicadamente al son del violín, los pies en punta y las cintas envolviéndose alrededor de sus pantorrillas terminando en un pequeño nudo.
Jungkook juraba haber visto plumas deslizarse alrededor de la habitación mientras veía a las chicas danzar.
—¿Qué es lo que estás mirando? —Jungkook chilló de susto ante la repentina pregunta.
Casi se tropieza por haber bajado la plana de sus pies repentinamente, llevando sus manos a su pecho en donde su corazón golpeaba fuertemente su caja torácica por el susto recibido. Con el ceño fruncido y un puchero en sus labios Jungkook se volteó a ver a quien había interrumpido su mundo de brillo.
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∘◦❁BLOOMING LOVE❁◦∘
FanfictionOh, blanca gardenia. ¿Dime cuando volveré a saciarme con tu dulzura? ¡Girasol, girasol tú que brillas ante el sol! ¡Guía tú mi camino hasta su corazón! Y tú margarita; tan fragante, tan bonita, acompaña a la buena rosa y vístela de pasión, para que...