Después de ese día, el olor a ____ se notaba aun mejor en la cocina, en el baño, en el cuarto.
Se supone que yo, con el tiempo, me iva a sentir mejor pero no es así.
Pasan los días y yo nada mas leo su diario, recordando tiempos juntos.
Son las doce de la noche y yo sigo en el sillón enfrente de la puerta de el vestíbulo mirando la puerta principal esperando que entre con su habitual frase "llego por quien lloraban",que es lo que hago ahora mismo, llorar por ella.
Mientras lloro siento el tacto de la seda pasar por mi mejilla quitando mis lagrimas.
Miro de donde viene ese tacto y veo los ojos mas hermosos del mundo, los de mi mujer.
-No llores mas, mi amor.
-No puedo, pensar que me has dejado y que no volverás y ahora yo estoy alucinando de lo desesperado que estoy por verte y poderte acariciar como antes.
-Estoy aquí, todo el rato viendo como cuidas a nuestros hijos, como trabajas, como lees mi diario...
-Es solo una alucinación.
-No mira.
Ella coge mi mano y la puso en su mejilla.
-Dios, estas... osea.... aquí... conmigo.
-Para siempre y por siempre amor.
Cojo su rostro con cuidado, con miedo de que se me vaya otra vez y la beso, como nunca antes con todo este amor, que guardaba desde que murió.
