Athazagoraphobia

Capítulo 3

Johnny tuvo muchas novias, nunca duraron mucho, pero a todas las quizo de difrente manera. Una vez se enamoró, pero realmente lo hizo, fue cuando yo estaba más lastimado debido a eso, ella lo dejó, su corazón estaba roto por primera vez, pero el mió ya tenía experiencia gracias a él. El tiempo que pasé a su lado consolandolo fue dolorso, triste y me sentía tan seco cada vez que buscaba el consuelo en otra mujeres. Era muy extraño, cuando volvió con ella otra vez y era feliz de nuevo, me sentía feliz también, por él, porque realmente la quizo, pero ese sentimiento a veces era opacado por uno de tristeza, pues si Johnny era feliz con ella, con "ella", no conmigo.

Terminaron de todas formas, Johnny parecía ahora manejarlo bien, de vez en cuando recaía en extrañarla de nuevo y se desquitaba a su manera pero volvió a sus andanzas, sigue siendo el Johnny de siempre, para Johnny siempre vendran las chicas hacia él sin que él haga nada, él no se preocupa de conseguir pareja.

Pero la cosa esque mi papá si lo hace pero por mi, nunca he salido con nadie, jamás he dado mi primer beso y no hay indicios de que será muy pronto. Tuvimos una gran pelea hoy por eso, una grande, mi papá siempre me ha discutido este tema, sobre que tengo que aprender a socializar, no puedo seguir por la vida encerrado en mi mismo, etc. así que para que mi padre se calmara por un rato le dije que tenía amigos aparte de Johnny, que iba a salir con ellos a una fiesta, quería que supiera que convivo, aunque ni siquiera los conozco.  Pero era mi primera vez enborrachandome, mi primera fiesta, Johnny estaría ir, iría aunque mi ansiedad no me lo permitiera.

Johnny me besó esa noche. Estabamos tan ebrios, perdí mi mente en cuestión de minutos. Ya era tarde y la mayoria de las personas empezaban a irse o quedarse dormidas en donde fuera, estaba en una bolita junto con Johnny cuando lo retaron a que me besara, no estaba en mis cincos sentidos, pero aún asi pense que diria que no, el diría somos amigos, nunca haría eso, y para ser honestos no me dolió completamente ese pensamiento, porque se que Johnny es así. Bueno, me besó en cuanto terminé de pensarlo, mi primer beso, robado por Johnny, dulce, muy dulce, alcohol pudo haber sido eso, o simplemente es el sabor natural que tiene Johnny, todo era cámara lenta, todo daba vueltas, ¿es por la emoción de que la persona de la que estoy enmorado me esté besando o sólo el número de tragos que tengo en mi cuerpo? No lo se, pero la forma sus labios me tocaron por minutos sin parar, de eso estoy seguro, fue el mejor día de mi vida. Era como un sueño, incluso cuando Johnny se alejó y siguió platicando como si nada, mis ojos seguían cerrados y mi cuerpo congelado.

—¡Demonios Johnny! Ya tenemos que irnos, la paliza que nos-

—Cierto...solo deja..¿ey? ¿Tae? ¡despierta!, tenemos que irnos.

Finalmente abrí mis ojos, fui arrastrado hasta una camioneta porque seguía inmóvil, no podía aclarar que estaba pasando, mi mente seguía pensando en Johnny, fue una señal para mi, me iba a ir con Johnny y otros de sus amigos en el carro, pero todos estabamos muy tomados, sabía que no debí subirme en ese estado, si tan siquiera no lo hubiera hecho. 

En el trayecto sus amigos hablaban tonterías, pero el alcohol en mis venas me dió el valor de hablarle sobre esto. Después de tantos años conteniendo estos sentimientos, los dejé salir...la cara de Johnny, una nunca que nunca sabre identificar hasta ahorita, recuerdo gritos, recuerdo que empezé a llorar, recuerdo la confunsión de todos en el carro, recuerdo Johnny perplejo y recuerdo como me dolía mi corazón en ese momento, pero entonces algo más empezo a doler también, lo últmo que recuerdo fue la cara de Johnny asustado, nunca ví un terror en él así, pude ver como su boca se movía gritando algo, pero nunca escuche nada, cuando volte al frente una luz muy amarilla me cegó y cuando volví a abrir los ojos, Johnny no estaba ahí, ni el auto, ni sus amigos...y lo más extraño, me encontraba en un bosque, oscuro, frío, grande, nunca había estado aquí , y yo me sentía extremadamente ligero, pero el terror se apoderó de mi en instantes.