Casado por conveniencia (Kookmin)

Boda

Había pasado por varias situaciones embarazosas en el trabajo, sin embargo ninguna de ellas o más bien, ni todas esas situaciones juntas superan la de hoy.

Estábamos frente a nuestro jefe, Jungkook y yo pediríamos un permiso para ausentarnos el resto del día pues se supone que hoy será nuestra boda.

Estoy seguro que mi cara era exactamente del mismo color que la camisa roja que llevaba puesta bajo el saco mi jefe Kim Namjoon, en mi mente repase una y otra vez lo que le diría esperando que no fuera una persona homofobica, pues si así lo era ambos nos quedaríamos desempleados.

—Y bien, no tengo mucho tiempo, ¿podrían decirme que se les ofrece?—Dijo con la vista en su computadora, abrí mi boca y la cerré al instante, después la mano de Jungkook cubrió la mía y me miró sonriente.

—Jimin y yo nos uniremos hoy en matrimonio, llevamos tiempo en una relación y necesitamos dar ese paso importante.—Jungkook apretó un poco mi mano entrelazando los dedos y juro que si lo hacía un poco más goteaba como trapeador escurriendo, los nervios me hacían sudar de más, aun así nunca me soltó.

Inmediatamente Namjoon volteó a vernos y sus ojos cayeron hasta donde estaban nuestras manos unidas, después una sonrisa se dibujó en sus labios dejando ver sus hoyuelos característicos.

—Esto me sorprende realmente, no pensé que lo de ustedes fuera en serio, claro que todo mundo lo sabe o lo sospecha, pero eso de casarse si me deja sin habla.—

¡Pero por todos los Santos habidos y por haber! ¡Toda la gente ya me tomaba como gay por culpa de Jungkook!

—¡Yo no soy gay!—Dije alzando la voz y me retracté de inmediato.—Digo... no era gay.—Agache la cabeza y me acomodé el cabello con la mano libre.

—Jimin es un poco sensible con el tema, ya que no se considera gay aún, a él no le gustan los hombres, solo yo, ya sabe, soy la excepción y eso me halaga.—

—Entiendo, lo mismo me pasó en mi adolescencia cuando por culpa de mi compañero de habitación en la universidad me sentí hechizado, Jin era el hombre más guapo que había visto en mi vida, me enamoré de él y nunca pude confesarlo pues ambos éramos heterosexuales, aun lo soy pero con él fue la excepción, no sé qué haría a estas alturas si lo vuelvo a ver.—Llegadoras palabras pero no me sentía para nada identificado.

—Lo bueno es que Jimin sabía que yo soy bisexual y por eso tuvo el valor de confesar sus sentimientos hacía mi.—

—Oye para de decir que yo fui el que se confesó.—Le solté la mano y lo miré ofendido.

—Lo siento Jimin-ssi, es que fuiste tan tierno.—Lo asesine con la mirada y la volteó hacia nuestro jefe.

—Y díganme ¿Qué tengo que ver yo? ¿Me vienen a invitar?—

—Oh no, ni siquiera es nuestro amigo.—Le di un codazo y siguió hablando.—Solo queremos pedirle que nos dé el día, será en la tarde pero ya sabe, eso toma tiempo.—

—Les daré tres días, más el fin de semana pagados, los necesitarán, sirve y no se encierran en los baños, los espero el lunes y pues felicidades a los novios.—¿Los baños? Hasta aquí llegó ese chisme por lo que veo.

—Oh muchas gracias señor Kim, es muy amable de su parte.—Jungkook hizo una leve reverencia, se puso de pie y yo hice lo mismo.

—Me hicieron recordar a Jin y me alegraron el día, pueden retirarse.—

—Hasta el lunes señor Kim.— Dije y salí de su oficina con Jungkook detrás de mí cerrando la puerta.