Casado por conveniencia (Kookmin)

Envidia

—¡Por favor no!—Le grité rogando que no fuera a donde Taehyung mientras me aferraba a uno de sus brazos.

—Tengo que ponerle un alto, tantos años a tu lado y no dudó ni un segundo en hacerte daño, no quiero que se te vuelva a acercar.

—Jungkook por favor te lo ruego — Lo abrace y me pegué a su pecho — A pesar de lo que intentó hacer no quiero que lo lastimes, fue un momento de locura, me tenía allí, estábamos solos y perdió la cabeza.

—No defiendas lo indefendible— Me rodeó con sus brazos correspondiendo a mi abrazo— Veo que estás muy alterado todavía, me quedaré contigo y te daré mimos toda la noche pero que no se le ocurra acercarse porque el que perderá la cabeza ahora seré yo.

—Gracias kookie— Escuché su corazón acelerarse y de pronto comenzó a llenar de pequeños besos todo mi rostro.

—¿Kookie?— Beso suavemente mis labios y me cargó entre sus brazos para llevarme a mi habitación.

—Jungkook yo... —Me interrumpió y comenzó a subir las escaleras.

—Es la primera vez que me llamas cariñosamente.—Su sonrisa era tan amplía que sus grandes ojos negros se perdían entre las pequeñas y adorables arrugas que hacían sus párpados.

—Lo sé pero...

—¿Sabes que eso es un incentivo para tenerme pegado a ti aún más?— Su voz estaba algo agitada por el esfuerzo.

—Es que...

—Desde hoy deja de gustarme mi nombre, así que solo tendrás que llamarme kookie— Cansado me bajó despacio de entre sus brazos y abrió la puerta de la habitación.

—Tengo hambre, bajaré por algo de cenar.

—Pero cariño, ¿porqué no me dijiste antes de que subiera todas las escaleras?— Dijo haciendo berrinches.

—¡Te lo intente decir idiota!— Le di un golpe en el brazo.

—¡Dime kookie!— Me apuntó y entrecerró sus ojos como advertencia.

—No quiero— Lo rete alzando la barbilla.

—¡Park Jimin me tienes que decir kookie!— Se acercó a mi rostro y me miró desde arriba viéndose más alto de lo que estaba cruzando los brazos, seguro se estaba parando de puntas.

—Te amo mi kookie— Dije sonriendo y me eché a correr bajando rápido hasta la cocina con él detrás de mi.

—¡Mi bebé! ¡Ven conmigo!— Me persiguió hasta alcanzarme y me alzó besándome hasta que le dio la gana.

Me apretaba a su cuerpo transmitiéndome toda esa felicidad, no sabía si le agradarían los apodos, cosas cursis y ridículas (según Irene) entre parejas, por eso me daba temor hacerlo y soltarme, sin embargo por él y solo por él seré cien por ciento yo, le haré el amor con la mirada, con mis palabras y con mi cuerpo día tras día.

....

Estábamos alistándonos para la cena a la cual estábamos invitados por nuestro jefe Kim Namjoon, había invitado a sus empleados más allegados y por lo que sé asistirían algunos de sus amigos también.

No tenía con quien dejar a Haneul así que lo llevaría con nosotros, Jungkook dijo que aseguraría de que se comportara aunque tratándose de él lo más seguro es que yo acabaré cuidando de los dos.

—Cariño, eres el hombre más hermoso que han visto mis ojos, seré la envidia de todos por tu causa— Dijo mientras me observaba al bajar las escaleras junto con Haneul.