Capítulo 8

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June


Alec, Jenn y yo estábamos sentados en el sofá mientras nuestros padres terminaban de vestirse para irnos a casa de los bisabuelos. Nos esperaba una larga noche entre una rica cena y una forzada convivencia entre familia. Lo único que agradecía era que Darcy y Dakota estarán presentes, así todo sería menos incómodo.

—Puedo fingir dolor de estómago para no ir —propuso Jenn. Alec y yo negamos.

—No funcionara, Jenn. Nuestros padres sabrán que es mentira —respondí.

—¿Creen que Blaire se haya vuelto buena persona después de tanto tiempo? —preguntó Alec.

—No lo creo —le dije.

Nuestros padres bajaron minutos después. Por sus caras nos dimos cuenta que ellos tampoco estaban tan emocionados. A mamá no le agradaba Arriane, la madre de Blaire. Una mujer de semblante duro y mirada penetrante.

Durante el camino a la cena, mis hermanos y yo jugamos un ridículo juego para pasar el rato. Cuando llegamos, papa estaciono el auto y bajamos. Pudimos percatarnos que la mayoría de los invitados ya habían llegado, incluso el tío Adam. Rodeamos por la entrada hacia el jardín trasero y buscamos un lugar en donde sentarnos. Una mesa al lado de la principal, estaban el tío Adam, tía Valerie, Darcy y Dakota. Por suerte no había señales de Blaire y sus padres.

—Qué bueno que llegan, Jessey —dijo Adam. —La tía Suzanne está insistiendo mucho en que baile con ella.

—¿Y? —respondió papá.

—Ahora podrá obligarte a ti.

Papá lo fulmino con la mirada.

—¿Cómo va todo? —pregunto mama.

—Igual que todos los años, Julie. Ya sabes quienes se la pasan llamando la atención.

—¿Ya han llegado? —pregunto esta vez mi padre.

—Míralo por ti mismo —le respondió tío Adam señalando unas mesas más allá de la nuestra. Mattew, Arriane y Blaire se encontraban charlando amenamente con los bisabuelos y unos amigos de ellos. Para mi mala suerte, Blaire y yo cruzamos miradas y aquella sonrisa cínica apareció en sus labios.

—¡Esta fiesta esta super bomba! —exclamó la tía Sam. Michael traía en brazos a la pequeña Tarah. Detrás de ellos venían mis abuelos.

—Procura que mi padre no te escuche o pensara que es bueno haciendo fiestas —le dijo la abuela. Todos reímos

—¡Jessey! ¡Querido! —la tía Suzanne se acercó a la mesa —¡Ven a bailar conmigo!

Papá hizo cara de susto. Se negaba rotundamente a bailar con ella hasta que no pudo más y termino haciéndolo. Después de un rato, todos los adultos de la mesa también lo hicieron. Alec y Jenn habían ido a comer postres a escondidas mientras que yo cuidaba a la pequeña Tarah.

—Pobre niña, debe estar cansada de tener que verte a la cara.

Adiós a la calma.

—Igual que la mayoría de los invitados al tener que ver la tuya, prima —le respondí.

—Yo les agrado a todos más que tú. Incluso a los bisabuelos, así que, no te sorprendas cuando no te reconozcan.

—Lo que tu digas, Blaire.

Intente ignorarla para ver si se iba, pero no lo logre. Blaire se sentó frente a mí, sacó un espejo de su bolso y comenzó a verse en él. Para ser familia éramos muy distintas. Ella no tiene corazón, por ejemplo.

—¿No deberías estar colgada del nieto de los Mason? —dije.

—¿Celosa, Junie?

—No tengo tan malos gustos.

—Tu vestido no dice lo mismo.

¿Qué tenía que hacer para que se fuera?

—Vete de una vez, Blaire.

—¿Y perder la oportunidad de molestar a mi prima favorita? Ni loca.

—No sabes cuánto ansío porque esta fiesta se acabe y no volver a verte dentro de un año.

Blaire comenzó a carcajear.

—Ay, Junie. Me temo que eso no va a pasar.

La mire extrañada. ¿A qué se refería?

La música se detuvo y todas las personas regresaron a sus asientos. Era la hora del brindis de cumpleaños. Blaire se fue en cuanto Darcy y Dakota regresaron del baño. Se dedicaron miradas de pocos amigos entre ellas.

—¿Te ha molestado? —me pregunto Darcy.

—Ya sabes la respuesta.

En cada reunión Blaire aprovechaba para molestarme. Supuse que se acercó porque la bisabuela se lo ha pedido. Mis bisabuelos y la familia de Blaire se sentaron en la mesa principal y llamaron la atención de los presentes para dedicar unas cuantas palabras.

—Muchas gracias a todos por venir a celebrar un año más de vida conmigo. Me siento feliz de tener a mis hijos, nietos y bisnietos presentes. Ofrezco un brindis por otro año en familia. ¡Salud!

Todos imitaron lo dicho y bebieron de sus copas. El siguiente en hablar fue el tío Mattew. Como siempre.

—Yo también quiero agradecerles su presencia. Es demasiado grato verles la cara a todos mis primos después de tanto tiempo —papá gruñó por lo bajo. —Al vivir tan lejos siempre se echa de menos estos buenos momentos. Sin embargo, hay una buena noticia que quieres darles mi hermosa esposa Arriane y mi dulce hija Blaire.

Estas dos sonrieron falsamente y fingieron estar avergonzadas. La mirada de Blaire se posó en mí y no la alejó en ningún momento.

—¿Qué pasa, hijo? —le pregunto el bisabuelo.

—Mi familia y yo nos mudaremos a California, abuelo —dijo emocionado. Maldita sea.

Debe de ser una pesadilla.

Todos en la mesa se quedaron en silencio mientras todos los invitados aplaudían y celebraban la 'grata' sorpresa.

—¡Ay, hijo! Que buena noticia —la bisabuela lo abrazó y le dio un beso en la mejilla.

—Desde el lunes comenzaremos nuestra vida aquí. Blaire irá a la escuela junto con Junie y las mellizas y así poder pasar más tiempo en familia —intenté no parecer demasiado afectada con aquella mala noticia.

—Estoy tan emocionada de poder pasar tiempo con mis primas. Las quiero mucho —hablo Blaire. Quería aventar el pastel en la cara a esa payasa. Esa noticia no traía nada bueno entre manos. Solo significaba una cosa.


Blaire estaba por hacerme la vida imposible. 



Hi.

PD: Blaire McCansey en imagen.

PD: Blaire McCansey en imagen

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