一 ¡No puede ser!Hyun dejó caer el peso de su cabeza sobre el volante de su viejo Hyundai.
一 ¡Voy a llegar tarde a mi primera clase! 一 se lamentó, resignándose a alzar la mirada para ver la luz del semáforo, que aún seguía roja.
A su lado, Haruka lo observaba con una mueca contrariada. Quiso decir algo, pero sentía que si abría la boca iba a devolver el zumo que su hermano le había obligado a beber justo antes de salir corriendo de casa.
一 Soy un desastre 一 susurró entre continuos suspiros 一. ¿Cómo he podido olvidar que habían adelantado lenguaje artístico? 一 preguntó, más para sí mismo que para Haruka.
La luz del semáforo cambió de color, como si hubiera escuchado los múltiples latidos del muchacho, quien pisó el acelerador, ansioso por llegar a su destino.
Haruka apretó el agarre de sus manos contra el asiento en el que se encontraba, impresionada por la velocidad a la que su hermano conducía. Sintió que su estómago dio una vuelta de ciento ochenta grados, y aquello no auguraba nada bueno.
Entre quejas, gritos e insultos, mayormente dirigidos hacia todo aquel que pasara los cruces peatonales a una velocidad que Hyun no consideraba lo suficientemente rápida, llegaron frente a una de las universidad que se pueden encontrar en la gran capital.
El chico esbozó una sonrisa aliviada al encontrar un sitio para aparcar casi al instante y, como alma que lleva el diablo, abrió el maletero del coche sacando, por lo menos, una docena de enormes cartulinas enrolladas.
Hyun entró en la universidad a paso apresurado, casi corriendo, mientras hacia el intento de guiar a Haruka por pasillos repletos de desconocidos.
De repente, el chico giró sobre sus talones, quedando justo enfrente de Haruka, quien intentaba calmar su ansiedad, sin éxito.
一 Ey... 一 colocó su mano derecha sobre el hombro de la chica, quien intentó esbozar una media sonrisa 一 Ya verás que todo saldrá bien 一 ladeó la cabeza 一. No te preocupes. Estoy convencido de que harás un montón de buenos amigos.
一 Gracias...
一 Por cierto 一 Hyun se rascó la nuca con nerviosismo justo antes de entregarle sus cartulinas con una rapidez realmente apabullante 一. ¿Podrías llevar esto al aula de pintura? 一 Haruka hizo un mohín con los labios. Al estar enterrada entre el denso papel, no pudo negarse 一. No está muy lejos de las clases de los de primer curso 一 se excusó de forma atropellada 一. Siento tener que hacerte esto 一 ladeó la cabeza 一, pero realmente necesito llegar a tiempo a esa clase...
一 Pero yo no sé ni llegar a mi clase 一 Haruka sintió una fuerte opresión en el pecho 一. Hyun, prometiste acompañarme 一 Haruka estiró el cuello, intentando ver el rostro de su hermano por entre las enormes cartulinas 一. Hyun, ¡ey! 一 exclamó con el ceño fruncido.
Intentó dar un paso para alcanzar a su hermano, pero él ya se había ido. Al mover las piernas, Haruka sintió un fuerte tambaleo en sus brazos. Y, si eso no era suficiente, estaba perdida y no sabía dónde debía ir ni qué era lo que tenía que hacer.
Definitivamente, detestaba los impulsos de su hermano.
Pero, antes de que Haruka pudiera lamentarse por su mala suerte, sintió una suave presión contra su rostro. Y, segundos más tarde, pudo escuchar un quejido que provenía del suelo.
一 ¡Oh, no! 一 exclamó, escondiendo su rostro entre los trabajos que su hermano debía entregar 一. Lo siento mucho. Yo no pretendía...
Sus mejillas ardían, alentando a sus nervios a que treparan a lo largo de su garganta. Un sentimiento desagradable burbujeó en el interior de su estómago.
De las mil maneras que Haruka había podido llegar a imaginar su inicio de curso, ninguna era más desastrosa que aquella; todos los que se encontraban en el pasillo la observaban con muecas extrañas, como si se tratara de un animal exótico.
Cerró los ojos con fuerza. Su corazón latía con una rapidez realmente abrumadora, y sintió un enorme vacío recorrer cada rincón de su cuerpo.
Quería desaparecer...
一 ¿Estás bien? 一 abrió los ojos lentamente. Acto seguido, parpadeó un par de veces, visiblemente traspuesta al darse cuenta de que una mano apartaba las cartulinas con amabilidad.
一 No te preocupes.
Una suave brisa corrió a través de los amplios ventanales que decoraban el pasillo, haciendo que el cabello de Haruka se moviera al placer del viento.
Su mirada se encontró con una oscura pero brillante a la vez, decorada por largas pestañas que atrapaban su iris de forma divertida.
一 ¿Quieres que te ayude? 一 un chico de facciones dulces estiró sus labios de forma despreocupada, formando una enorme sonrisa que logró que un atisbo de la misma se calcara en los labios de Haruka.
Ella asintió, cohibida; un vago remordimiento carcomía sus pensamientos.
El chico ensanchó aún más su sonrisa -si aquello era siquiera posible-, y ladeó la cabeza, haciendo que sus lacios mechones de cabello bailaran alrededor de sus enormes orejas.
一 Vamos 一 dijo con firmeza.
Atrapó el brazo de Haruka con una de sus grandes manos, tirando de ella para que caminara detrás suyo.
Aquel desconocido la guió hacia el final del pasillo, lejos de las indiscretas miradas de los demás estudiantes, y se la quedó mirando en silencio.
一 Yo... 一 balbuceó, colocando un mechón de cabello tras su oreja, a punto de explotar de los nervios一 Lo siento mucho. No era mi intención chocar contigo 一 se disculpó con la mirada gacha, realizando una torpe reverencia.
El chico dejó escapar un par de estruendosas carcajadas. Por esta razón, Haruka lo miró con una ceja alzada, confusa.
一 Ni lo menciones 一 negó con la cabeza y realizó un gesto despreocupado con las manos 一 . ¿Y bien?
Haruka alzó una ceja.
一 ¿Hacia dónde nos dirigimos? 一 le preguntó. El chico sujetaba la mitad de aquellas enormes cartulinas con su gran sonrisa plasmada sobre sus labios.
一 Al aula de pintura 一 respondió en un medio susurro y atrapó sus labios bajo una pequeña sonrisa, incapaz de contener su sonrojo.
Pero, antes de que el chico pudiera emprender su camino, Haruka susurró un delicado:
一 Gracias...
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cheri ~ p. c. y
Fiksi Penggemar"¿Sabes? Las estrellas saben a cerezas" - parkcjun (2020)