Capitulo 27.

63 4 0
                                    

No se como deje que una persona me destruyera por completo. Primero estaba bien y en un abrir y cerrar de ojos todo en mi dependía en el.

En tan poco tiempo se convirtió en mi todo, con tan poco amor me hizo sentir maravillas, con tan poco afecto me hizo creer que nadie mas me amara como el.

Y Me olvide de mi; me olvide que yo también merezco ser feliz, me olvide de lo que verdaderamente valgo, me olvide que yo también importo.

Era muy feliz, no me hacia falta nada, no necesitaba nada ni me importaban otras personas hasta que lo conocí mi felicidad se acabo y mi depresión comenzó a aumentar o hasta que se marcho. No era amor, era una obsesión.
Me hacia ver la vida de otra forma, me enseño lo que el dolor es. Me mostró lo que es enamorarse de verdad pero jamas ser correspondida de la misma manera. Amar con tanta intensidad y no recibir nada a cambio.

"Ya me voy, Diana"

Su voz merodeaba por mi cabeza mientras mi corazón se hacia trizas pensando que pude haber evitado su ida con tan solo rogarle un poco mas, pero ¿por que se fue? Es la pregunta que me asesinaba. Mire el reloj eran las 10:00 a.m solté un suspiro. Cuando estoy así de sola y deprimida el tiempo pasa como tortuga, desearía estar muerta con todas mis fuerzas.

Me levante de la cama con pocas ganas, me repito una y otra vez ¿como lo deje destruirme así?

Me destruyo, yo me destruí amándolo.

Tome el suéter al lado de mi cama, estaba algo sucio pero a quien le importaba si el no estaría para verme, y nadie me importa nadie si no es el para consentirme.
Mire al piso con los ojos muertos, apenas distinguía las manchas en el , mis húmedos ojos no me lo permitían. Pero es que no puedo dejar de llorar, no después de darme cuenta que nunca lo tendré de vuelta en mis brazos, nunca lo llamare de nuevo 'amor', jamas podré besarle los labios de nuevo y no estará ahí cuando me sienta triste y deprimida. Nadie lo estará, estaré sola siempre y el encontrara a otra chica a quien decirle lo mucho que la ama, alguien a quien abrazara y sonreía mientras lo hace o le aplastara las mejillas mientras le da fuertes besos y sonreía cuando ella haga todo lo que yo no pude hacer por el.

-Te extraño.- susurre con un hilo de voz recordando todos los momentos juntos. Poco a poco me fui destruyendo, mis brazos se buscaron y juntaron para así darme a ver que me tengo a mi, pero no sirve de nada mientras el no esta aquí.

La verdad no se que hice mal.

"Ya me voy, Diana"

"Espera, ¿que?"

"Ya me voy, Diana te estoy dejando. Ya estoy cansado"

"No, no dijiste que no te iras"

"Era mentira, un día iba a pasar. ¿Creí que ya lo sabias?"

"¿No era verdad?"

"Claro que no."

-Stella, ¿vas a comer?- alce mi vista hasta alcanzar los ojos de James quien me miraba algo angustiado desde la puerta. No quería que se preocupara por mi pero el sabia que había algo mal conmigo hace días que no como nada, la paso en cama todo el día pero es que no quiero hacer nada mas. Nada mas me llama la atención que dormir y así olvidarme de todo por al menos unas horas; una horas de paz sin sufrimiento. No tengo pesadillas, no tengo lindos sueños. Todo es completamente negro.

Solo negué con la cabeza, no hice contacto visual porque entonces se daría cuenta de lo mal que estaba. sostuve mi respiración esperando a que se marchara parecía que nunca lo haría pero después de unos segundo se marcho en completo silencio fue ahí cuando deje salir mi respiración con algunas lagrimas acompañándolo. Algo dentro de mi no me dejaba disfrutar los buenos momentos reía pero no tenia la gracia, sonreía pero no tenia ganas todo podría estar bien pero en cuanto el se aparezca en mi mente todo se derrumbaría, me quedaría callada mientras todos ríen y solo sacaría una que otra sonrisa tímida tratando de disimular que por dentro estoy destruida. En pocas palabras mi cuerpo a perdido la chispa de vida que llevaba conmigo.
Me recuesto en la cama todos los días con la misma sensación de querer morir, mientras lloro en la noche pido al angel de la muerte que tenga piedad en mi destruida alma y me lleve a un lugar mejor de una buena vez ya que de todas maneras es como estar viviendo muerta todos los días; no tiene sentido pero el despertarse con el deseo de no haberlo hecho, tener enormes ganas de volver a dormir pero no poder porque ya he dormido demasiado que mis ojos no lo soportan mas, quieren estar abiertos pero la hinchazón a causa de numerosos sollozos entre sueños lo hacen difícil. Levantarme de la cama con tan pocas fuerzas que a pesar de dormir mas de lo que se debe mi tristeza se las lleva todas, levantarse sin sentir ninguna señal de vida en mi, no sentir nada: no sentir hambre, felicidad, angustia, sueño, miedo, nada. Y ese es un momento bueno...hasta que los recuerdos llegan. Entonces comienza mi día de nuevo, mis días con corazón roto.

Proyecto Diana. (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora