Sangre Brota de mis Manos

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Impaciente, Yoongi esperaba debajo de uno de los árboles del jardín, los arbustos cubrían en su totalidad aquel cuerpo que aferraba su abrazo a sus rodillas, esa mañana Yoongi y Taehyung habían acordado verse por la tarde, cuando la hora de la comida se daba lugar. Aquel fue el mejor momento acordado para ambos, puesto que todo el personal de señoritas de blanco se concentraba en el comedor común cuidando con recelo a todos los internos, así que era fácil poder salir para encontrarse. Yoongi salió primero del lugar con el pretexto de ir al baño, después con sigilo caminó hasta aquel escondite.

A los minutos, Taehyung le encontró sentado en el pasto, aquel se veía temeroso e impaciente.

—¿Qué haces ahí? Vámonos, no tenemos mucho tiempo — Taehyung murmuró justo detrás del gran tronco — vi al doctor ir al comedor, así que su oficina está lista.

Yoongi se levantó con dificultad puesto que sus piernas temblaban, sus manos se apoyaron de los relieves del árbol, después, con el mirar agachado tomó la mano que Taehyung le tendió.

—¿Qué haremos si nos descubren? — un amplio pasillo por recorrer, su caminar fue suave, pero, incluso aun sus pasos podían resonar como eco entre aquellas paredes.

—Si guardas silencio, no lo harán — se detuvo de tajo, dejo su dedo índice sobre sus propios labios y después miró a Yoongi con seriedad indicándolo solo con la mirada que debía de guardar silencio sin importar lo que se les presentase en el camino — incluso si ves a una de las enfermeras, debes de guardar silencio, no te moverás solo harás lo que yo haga, ¿de acuerdo?

Tímidamente, Yoongi asintió antes las indicaciones que aquel chico le sentenciaba. Así fue, ambos continuaron con el camino, mirando intencionalmente hacia todas las direcciones posibles, cual par de ladrones previo al asalto de un banco, caminaron hasta detenerse frente a una de las puertas que en el pasillo se encontraba, una puerta de madera se encontraba cerrada, en ella la pequeña inscripción "Jang Hyun Bin" podía leerse, ambos tragaron saliva a la par mientras que un suspiró continuo saliendo de sus labios.

—¿Estás seguro que podemos hacerlo? — Yoongi miró el perfil de Taehyung quien ya se encontraba tomando la perilla de la puerta, aquel simplemente giró aquella y sin mayor dilatación entró jalando hacia dentro el cuerpo de Yoongi, de inmediato, la puerta se cerró detrás de ellos, un alivio quizás para ambos puesto que en coordinación dejaron salir un suspiro pesado.

—En el archivero de ahí, están los expedientes, miré al doctor guardar el mío dentro del apartado de la letra "K" — con apresuro, Tae se aproximó al archivero de detrás del escritorio, abrió aquel y sin más comenzó a hurgar entre aquel montón de documentos —. ¿Qué haces? Ayúdame a buscar, son demasiados.

Yoongi se despabilo de sus pensamientos y se acercó a aquel para poder ver por propia cuenta lo que los ojos de Taehyung observaban en ese preciso momento.

—Debes de estar por aquí, Min Yoongi, Min Yoongi — el castaño se adelantó a buscar en aquel apartado.

—¿Cómo sabes mi nombre? Yo nunca te lo dije — Tae detuvo sus acciones, sus manos dejaron de buscar y no fue capaz de ver aquellos ojos que le miraban cuestionantes.

—Si me lo has dicho, justo después de que me aprendieras al decir que solo era arroz, tomaste mi mano y la sacudiste un poco — Tae continuó buscando entre los archivos—. ¡Eureka! Min Yoongi.

De sobre salto miró a Taehyung que en sus manos ya tenía el expediente con un grosor considerable. Aquel solo pudo mirar la cubierta y después miró a Yoongi.

—No estoy listo Taehyung — aquel dejó sobre el escritorio aquella pila de hojas y le abrió encontrándose enseguida con una hoja de "presentación del paciente"

—. Min Yoongi, nacido en 1985... — Yoongi se quedó estático ante la lectura en voz alta de su compañero, sintió como su piel se estremecía al escuchar cada una de aquellas palabras.

"La señorita Min Haneul de 16 años dio a luz a un niño en el año de 1985, producto de una violación, la pobre mujer decidió dejar en adopción al niño. El convento de la ciudad de Gwangju le abrió las puertas hasta la edad de 12 años, justo después de aquel accidente fatídico el joven llegó hasta nuestras instalaciones.

Un primer acercamiento con el menor se dio por mera indagación de los días previos de su historial de vida para intentar comprender la condición donde se encontraba.

El joven declaró que días previos a esa noche funesta, escuchó los cánticos clericales de preciosos querubines, aquellos cánticos fueron siendo apagados por las voces burlescas de seres demoniacos. Fue entonces que el pequeño joven se dejó llevar por las órdenes "divinas" de aquellos cánticos.

La noche del año 1997, después de que Yoongi dejará una última oración a su dios, aquel fue a la cama, dejó ordenada la ropa que vestiría al día siguiente, dejó en la mesa el escapulario que el obispo le había regalo días previos, el pequeño regalo había llegado por el buen comportamiento y el silencio que Yoongi había mantenido cada noche en la habitación de aquel hombre adulto.

Aquella noche cuando cerró los ojos, un síntoma histérico apareció en el aire, pudo percibir el aliento fétido de aquel hombre, verdugo de su inocencia perdida, las voces se concentraba con mayor fortaleza en su cabeza y de un momento a otro, aquel joven tuvo el valor de salir de su cama. Fue a la cocina y tomó uno de los tenedores que yacían en los cajones, con aquel utensilio en manos subió hasta la habitación del obispo, aquel descansaba placido, en completa paz; paz que en minutos fue abatida por el adolescente sobre él clavando con ira el tenedor en el cuello de aquel.

Después de aquella charla con el joven y habiendo recuperado su testimonio, nos permitimos a realizar un diagnóstico, sin embargo aquel solo nos hizo comprobar la teoría especulativa que entre el personal y yo teníamos del caso Yoongi.

Un cuadro realmente importante de múltiple personalidad acompañaba la severa esquizofrenia de Min Yoongi.

...

Los años han pasado y el pobre hombre no ha mejorado, después de mantenerlo en constante observación podemos aludir que las acciones del pasado han quedado en el olvido de aquel, la situación fue tan traumática que su cerebro solo reprimió el recuerdo, una amnesia disociativa está presente; de ello se desglosa el hecho de que nuestro paciente, presente rasgos de personalidad distintos a los propios, aun teniendo 35 años, sigue creyendo que tiene 15 años, en su imaginación continua creando amistades fantasmas, los escenifica y normalmente se le ve hablando con él solo.

Se pretende aumentar la dosis en el tratamiento de aripiprazol y Olanzapina."

El castaño detuvo la lectura, Yoongi solo pudo negar ante cada palabra dicha, aquella historia no era cierta, tenía que ser falsa, él no sería capaz de hacer algo así. Todo dio vueltas en su cabeza, su entorno se distorsionó y aquellas voces volvieron a aconsejarle.

"Yoongi, Yoongi, Yoongi lo recordaste, Yoongi, hazlo de nuevo, eres una basura te iras al infierno, Yoongi, Yoongi, mátalos a todos..."

—No, no, Taehyung, busca el expediente de Park Jimin, por favor, necesito saber dónde está. — los pies de Yoongi no resistieron más solo pudo caer sobre sus rodillas, sus manos continuaron aferrándose sobre sus oídos, intentando de algún modo callar aquellas voces que se hacían cada vez más intensas con el pasar de los segundos.

—No hay ninguno Yoongi, solo estás tú y otros dos internos — de pronto el enorme archivero se hacía minúsculo, no era lo que Yoongi vio en primera instancia, aquel montan de documentos solo se resumió a tres.

—¿De qué me hablas? Eso es imposible— su cuerpo cayó al suelo, todo su entorno giró y perdió conciencia de todo su mundo.

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