cuadragésimo cuarto capítulo

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Pero lo cuál es imposible sin poner a nadie en peligro, mientras en la jefatura Anibal y Gerardo salen de la misma cuándo se dirigen a sus casas con una pregunta en mente ¿ será posible que Jaco sea el perpetrador de

todos esos crímenes ? Gerardo al entrar a casa se encuentra la invitación al igual que Anibal. Los días pasan la plaza es adornada con lindas flores está lista para la noche, el sheriff en la casa que era de Lucas y

Coral a dónde a estado buscando estos días pasados con una obsesión que roza la locura obsesiva, busca algunas huellas o una marca; algo que le dé la oportunidad y motivos para encerrar a Jaco y a sus padres. Regresa al

pueblo después de tener una frustrante perdida de tiempo al llegar a la jefatura encuentra en la puerta de la misma la invitación a dicho baile, lo que dibuja una
sonrisa en su rostro, en sus manos tiene la oportunidad

de meter al calabozo a los padres de éste, aprovechando
la oportunidad para matar a su hijo; mientras se ríe saborea el momento que se acerca. Al fin llega la noche tan esperada, los invitados comienzan a llegar de toda

clase social sin distinción; en un lado hay una gran mesa repleta de los mejores manjares y licores para saborear,
al otro lado la orquesta tocando una música alegre cuál
anima al público a empezar a bailar, de un momento a

otro Hector llega en su carruaje al bajar luce un traje de blanco y a su lado Aurora la cuál viste con un lindo vestido azul cielo, mientras Rosendo entre el público espera entre ellos Jesús y su madre, mientras Maria en su
casa le pide a Eduardo que salga con ella pero éste se niega; le dice ves tu amor disfruta yo me quedaré aquí
Maria se despide de éste con un beso y sale de su casa se dirige a la plaza, él se levanta del mueble y va hacia la

habitación de Jaco el cuál está tumbado en su cama, al sentir la presencia de su padre le pregunta ¿no irás al baile con madre? éste le responde no me quedo contigo, Jaco se sienta en su cama mirando a su padre con otra

pregunta ¿qué esperas a que me transforme para matarme? Eduardo le dice con voz alterada ¡tú te crees que esto es fácil para mi tener que matar a mi propio hijo! no es fácil me duele, a veces quiero tirar el revolver

y no tener más ésta carga sobre mis hombros; Jaco le dice pues tranquilo puedes ir al baile yo me quedaré aquí  durmiendo, seguro que Calexia estará muy linda con un  vestido de fiesta. Eduardo confiado sale de su casa pero

se lleva su revolver ya cargado con las balas de plata al llegar a la misma en ese momento Calexia junto a su padre ambos...

 

LA MALDICIÓN DEL HOMBRE LOBODonde viven las historias. Descúbrelo ahora