Estoy camino al trabajo como todas las tardes, ansioso por ver a esa preciosa chica; a pesar de que ahora sé cuál es su nombre la intriga no acaba, quiero conocerla, quiero saber todo sobre ella.
_____, _____, _____... simplemente no puedo parar de pensar en tí.
Estoy esperando a que aparezcas, cada vez se hace más tarde y no estás aquí. ¿Será que te pasó algo?, ¿te aburriste del expresso?, no, dudo mucho que eso sea posible.
Ya casi acaba mi turno y aún no llegas, el ambiente es gris, triste y aburrido; haces falta para darle algo de color a la cafetería, con tus libros, tu olor a fresas y tu amor por el café.
Serví el último pedido que me correspondía, un latte, acabando con mi jornada de trabajo; hoy nadie pidió expresso, extrañé prepararte tu café, extrañé mucho tenerte aquí.
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