Capítulo 4

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Stiles miró sobre el hombro de Derek notando a un grupo de adolescentes que lo miraban con el ceño fruncido, sinceramente era muy extraño que su novio de casi treinta años estuviera rodeado de niños menores de edad, era raro, pero antes de sentirse ofendido por la expresión de gánsteres de parte de esos niños que, sin duda alguna, no eran parte de la familia de su novio, Stiles se apartó del fuerte agarre de su novio Derek y lo miró fijamente a los ojos frunciendo el ceño el también.

—Necesitamos hablar —dijo lo más serio que podía, aunque no sabía si su timbre de voz era el adecuado para esa situación.

Derek asintió.

—Volvamos a dentro —murmuró Derek, mirando de reojo la reacción de aquellos niños antes de volver la mirada a Stiles.

Hubo un largo silencio entre ambas partes, pero Stiles dio media vuelta de nuevo hacia el establecimiento del que había salido asustado. Sinceramente no le daba mucha confianza regresar ahí, pero al estar con Derek no se sentía tan inseguro como lo hubiera estado si se hubiera tratado de otra persona. Stiles miró a los adolescentes y comenzó a preguntarse por sus identidades y por la razón por la que seguían a Derek tan de cerca. La situación daba pie a que las teorías de Stiles acerca de la profesión de su novio fueran ciertas, estaba nervioso por lo que podría llegar a descubrir al respecto y todavía no tenía un plan de reacción si todas las conjeturas resultaran ciertas. Stiles se limpió las manos en su pantalón cuando notó que estaba sudando un poco más de lo normal y una vez adentro del establecimiento, el hombre que Stiles había empujado para salir, se encontraba en la que parecía ser una sala de espera, con una mirada de pocos amigos que le provoco un escalofrío. Stiles desvió la mirada hacia la pared del lugar, unos cuantos posters sobre vacunas para gatos y perros, y un cartel que decía "adopta no compres" llamo su atención, dándose cuenta de que no había notado ese lugar tan bien como lo había pensado... todo parecía, ser de una veterinaria.

—Genial —suspiró el hombre con el ceño fruncido ligeramente, Stiles se sintió avergonzado de sus acciones anteriores con el hombre, pero no le regreso la mirada—. Me empujaste segundos atrás sin siquiera voltear atrás y ahora regresas con tus propios pies...

—Lo siento —gimió Stiles recibiendo aún más miradas como apuñaladas de parte de los adolescentes que desconocía en su espalda—. Creí que había sido secuestrado.

Stiles miró por el rabillo del ojo como el hombre asintió dejándole de tomar importancia a lo sucedido, eso fue un alivio, ligero, pero que apaciguó un poco el corazón aturdido del castaño.

—Y supongo que necesitas hablar con Derek... —murmuró el hombre—. ¿Verdad?

—Sí —asintió está vez él, mirando a su alrededor, donde los niños estaban mirándolo—. Pero me gustaría hacerlo en privado.

—No será privado mientras estemos aquí —Stiles reconoció esa voz de la llamada que había recibido hacía tres días por parte de Derek. ¿Ese era su amante? Frunció el ceño antes de morderse el labio sintiéndose molesto. Iba a golpear a ese niño rubio solo para desquitar su enojo creciente si resultaba ser cierto—. Todo lo que digas lo vamos a escuchar.

Apretó el puño, ¿cómo podía decir eso con tanta libertad? ¿Quién se creía? Stiles dio un paso hacia adelante con una sola intención en mente, pero entonces Derek volvió a tomarlo de los hombros y detuvo sus impulsos.

—Cálmate —susurró con ese tono de voz que sinceramente lo derretía y lo calmaba, pero que solo en ese momento hizo que su sangre hirviera de rabia—. Y hazlo tú también, Isaac.

Stiles respiro hondo, "está bien" pensó, no era momento de enfrentarse a ese grupo. Le rebasaban en número, tenía una clara desventaja. Se apartó de inmediato del agarré de Derek por segunda vez esa tarde, miró por segundo más a ese chico rubio llamado Isaac y resopló.

Mi novio es un hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora