Capítulo 7

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A la mañana siguiente, Stiles fue el primero que despertó, estaba exhausto, pero el hambre que sentía en esos momentos le gano más que las ganas de seguir durmiendo bajo el enorme brazo de su novio Derek. Así que se levantó de la cama sin hacer ni un ruido y como ya era su costumbre desde que comenzó esa relación, tomó una de las playeras de Derek que le quedaba grande, aunque no para ocultar su desnudez, por lo que también tomó sus calzoncillos porque andar de exhibicionista tan temprano en la mañana no era necesariamente su hit. Rascó su cabeza y luego camino hasta la cocina.

Derek no tenía mucha comida saludable en su refrigerador, o, mejor dicho, no tenía nada de comida que pudiera coger para desayunar debidamente, apenas unas lonchas de jamón y algunas botellas de agua que apenas podrían satisfacer a un perro pequeño. Stiles casi no lo podía creer, ¿no ya le había dicho a esa cabeza de chorlito que debía comer adecuadamente? Chasqueo la lengua y luego fue hacia la sala, no podía sobrevivir de solamente unas lonchas de jamón y de agua, necesitaba carbohidratos, cereal, café, un jugo de naranja y tal vez algo de yogurt, así que estaba decidido a pedir algo de comida por Uber eats, pero como no tenía teléfono móvil, tuvo que regresar a la habitación por el celular de Derek.

—Tomaré tu celular —murmuró tomando el aparato. Derek hizo un sonidito que él interpretó como que estaba bien así que continuo con su procedimiento de tomar el celular, pero mientras Stiles buscaba la aplicación, su novio se levantó y lo detuvo sosteniendo su muñeca fuertemente—. Oye, ¿qué haces?

—Hay alguien afuera... —Stiles contuvo la respiración, ¿cómo lo sabía? Ah sí, su novio era un hombre lobo casi lo había olvidado por completo.

—Puede ser uno de tus vecinos... —murmuró tan bajito que él mismo no logró comprenderse del todo, pero los oídos superdesarrollados de su novio lo escucharon claramente.

—Todo el edificio es mío, no hay nadie más que nosotros —dios, eso sonaba tan gánster que Stiles tuvo que evitar fruncir el entrecejo. Pronto debería tener otra larga charla sobre lo que Derek no había terminado de contarle sobre su impresionante vida como ser sobrenatural, pero tal vez en otro momento, donde sus nervios no contagiaran al propio Stiles—. Toma —Derek metió la mano en uno de sus cajones y después le entrego un pequeño frasco con cenizas.

—¿Qué es esto? —preguntó tras ser soltado mientras Derek se arreglaba lo más rápido que podía.

—Cenizas de serval, si las cosas se ponen serias quiero que hagas un círculo a tu alrededor

—¿Qué? —preguntó genuinamente confundido al respecto, pues no encontraba lógica a que un puño de cenizas lo protegieran, pero su novio no le respondió.

En cambio, bajo rápidamente seguido por Stiles, quien por cierto apenas pudo seguirle el paso, y una vez estando enfrente de la puerta siendo está abierta a la fuerza con un estrepitoso ruido sordo, el enorme trozo de metal fue mandado al otro lado del departamento como si no fuera nada. Stiles contuvo un gemido asustado y sorprendido en partes iguales mientras el enorme cuerpo de Derek lo protegía de lo que sea que hubiera interrumpido de esa manera la casa.

Luego de un par de segundos en completo silencio, una figura oscura camino con parsimonia, hasta que por fin la luz le dio en la cara y Stiles pudo observarlo con mayor detalle, era un hombre de rasgos polinesios, su bronceada piel aceituna y su cabello negro como la noche misma resaltaban demasiado y de alguna forma le resulto atractivo, no como Derek por supuesto, su amado novio valía por más de diez hombres atractivos que él, sin embargo, no podía ignorar la apariencia de ese ser.

El tipo les dirigió la mirada a ambos, y luego lanzo una sonrisa que le pareció histérica, igual que el tío Peter.

—¡Koldo! —exclamó Derek con un singular gruñido.

Mi novio es un hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora